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In Memoriam
Isabel o un encuentro con la vida
He sido un hombre que busca y aún lo sigo siendo,
pero ya no busco en las estrellas y en los libros,
sino en las enseñanzas de mi sangre.
Hermann Hess
¿Cómo iniciar a escribir sobre una Y es que conocer a Isabel la persona, la madre, hija y hermana, no sólo la
gran mujer? ¿Cómo si son tantos docente que cantaba en clase con sus alumnos (provocando desconcierto
los recuerdos y las emociones que en algunos) fue un privilegio que sin duda agradecemos a la vida. Este paso
fluyen en este instante? Trataré por el mundo fue teñido por sus enseñanzas: “muchachas... la comunidad
de que la contenta nostalgia sea la no es la misma de noche que de día”, frase que resultó después de ir de
única que interfiera en el fluir de noche a una localidad donde los borrachines y perros daban rienda suelta a
estas palabras. Isabel, como deseó los impulsos de la existencia.
que siempre la llamáramos, pero el
prestigio de su trabajo como acadé- Le gustaba la música oaxaqueña... le gustaba cantar... las mujeres de las
mica e investigadora se nos imponía reuniones que se organizaban disfrutaban compartir con ella las entona-
(preferíamos el formal “doctora”), ciones que guiaba. Isabel siempre luchó por la justicia social “muchachas
fue la mágica luz que iluminó el tra- ¿cuándo se acabará la pobreza en nuestro país? Solía cuestionar y activar
bajo de la salud pública en nuestro nuestra reflexión en medio de un viaje en camioneta, donde solíamos bro-
paso por la maestría en la Escuela mear por cualquier motivo. Y sí, Isabel era una mujer fuerte y admirable,
de Salud Pública de México. dura y estricta, sensible y justa.
El temor, al principio, de ser guia- Y ahora que comencé a escribir no sé cómo cerrar esta ola de emociones que
das por ella en el trabajo comuni- se retienen en el llanto. Sin duda dejaré muchos pensamientos pendientes
tario de un grupo de estudiantes en este escribir. Me quedo con los abrazos cálidos, las sonrisas, las carcaja-
se fue mitigando conforme pasara das, su ingenuidad ante nuestros comentarios de doble sentido y, sin duda,
el tiempo. Ese tiempo de ir y venir sus consejos para criar a mi pequeña Julieta... siempre abogando por las
desde las aulas hasta el municipio mujeres... por la lucha del empoderamiento.
de Axochiapan, su lugar de origen,
por cierto. Su amado Axochiapan del Isabel... hasta tu muerte fue un aprendizaje. Regresaremos a Axochiapan
cada enero... el devenir nos encontrará.
que también nos hizo sentir orgullo,
en donde dejamos risas, regaños,
aprendizajes, llanto... jamás ima-
ginamos regresar a Axochiapan al Nidia Sosa Delgado, Maestra en Salud Pública.
sepelio de Isabel... porque nos resul-
taba inmortal. Sin duda su huella y
paso por esta vida lo es.
96 Del Río-Zolezzi A, Arenas-Monreal LM, Sosa-Delgado N
Género y Salud en Cifras Vol.5 No.3 Septiembre - Diciembre 2007