Page 16 - Vida de San Agustín
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CAPÍTULO TRES
M
uchas cosas vivió Agustín en su lucha y
entusiasmo por encontrar la felicidad. A medida
que crecía en estatura, mostraba un ingenio
sorprendente para los estudios. Así que le enviaron a la
escuela. A él, le encantaba estudiar, pero no porque
considerara importante los estudios, sino porque en la
escuela había otros niños con quienes jugar y divertirse.
Odiaba que los maestros le pegaran o enseñaran las
lecciones a fuerza de palo; pues, también los maestros,
según él mismo comentó, tenían mucho que aprender.
A pesar de ser rebelde con sus padres y con sus maestros,
durante las clases, sin esfuerzo comprendía y resolvía las
lecciones. Terminaba primero que todos y luego se disponía a
molestar, de un modo tan disimulado que sus profesores no
lo notaban. En los concursos y competencias escolares,
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