Page 56 - Vida de San Agustín
P. 56
conquistar la santidad. Su vida era un constante trabajo. Su
vida era una constante oración. Su vida era un constante
estudio y, sobre todo, su vida se había hecho una con el
amor. Si estaban de por medio las necesidades ajenas, se
relativizaba a sí mismo. Llegó a decir que: “el Amor era su
peso y que por él era llevado a donde quiera que fuera”.
También dijo que: “quien ama puede hacer lo que quiera”.
Durante su vida como obispo nunca fue indiferente a los
problemas de la gente de Hipona.
Hipona, la real. Esa ciudad tenía algunas características de
Cartago, de aquella que he mencionado antes. En Hipona,
que estaba a la orilla del mediterráneo, residieron los reyes
de Numidia; había gran movimiento de personas y de
comercio. La caracterizaban la exportación de trigo y de vino
y el trabajo del mármol. En esta ciudad estaban más
arraigadas las costumbres de África del norte. Era apetecida
por los romanos, la llamaban “el granero del imperio”. Lo que
se vivía en Tagaste, pueblo pequeño y acogedor, en esta
ciudad se vivía, pero de una manera más amplia.
Fue en Hipona, localidad tan importante y de tan variadas
costumbres, donde Agustín vivió y sirvió como obispo. Para
56