Page 15 - Desde los ojos de un fantasma
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extensión de la palabra.
—Ni que lo digas.
—Si cumple su promesa y regresa al café le voy a pedir un autógrafo para ti.
—Muchas gracias, primo.
—¿Qué van a comer? Hasta acá me llega un olor delicioso.
—Funge y una cabrita asada.
—¡Qué maravilla!
—¿Y tú?
—Un arroz con pescado y un millón de mejillones.
—Tampoco suena nada mal.
—La verdad no… Bueno, pues te dejo, salúdame a los tíos y diles que ya quiero
que llegue la Navidad. Tal vez con un poco de suerte pueda ir para allá en esas
fechas.
—Tú salúdame a Messi.