Page 193 - La vida secreta de Rebecca Paradise

—Muchas gracias, está perfecto —la felicité yo, pegando un sorbito.

Y entonces...

—Yo conozco a la persona a la que busca —susurró ella. Y al levantar la vista
del suelo lleno de canapés pisoteados, comprendí la verdad.

Aquella mujer no era en realidad criada de nadie. Solo estaba caracterizada. En

sus ojos había más elegancia y sagacidad que en todas aquellas cursis
aristócratas de pacotilla. Yo misma me había dejado engañar por su ingenioso
disfraz.

—Eso significa que conoce a mi sospechoso —repuse cuando me recobré de la
impresión.

—Sospechosa, señorita. Su sospechoso... es una mujer.

—Una mujer —repetí, paladeando lentamente mi caca-cola—. ¿Y cuál es su
nombre?

—Eso no puedo decirlo, pero sé por qué se esconde. Es una ladrona. Un buen
puñado de joyas desapareció cuando ella pasó por aquí. Después huyó, pero no
sé adónde.