Page 92 - LIBRO DE LA SEGUNDA PARTE DE LA CREENCIA DE LA RELIGIONESLISTO
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honor, asistía, invadido siempre de
         un cierto reverencial respeto y de un
                santo y tranquilo temor.

        Como sentía un irreprimible deseo de
            legar a los demás un recuerdo
         perenne de lo que él había conocido
         sobre el futuro, Nostradamus tomó

         nota de todo «modelando el borde y
        el pie de lo que no se cree en vano», o

         dicho en otras palabras: encerrando
            en los versos de sus proféticas
           cuartetas, lo que su mente había
            descubierto escudriñando en el
                porvenir Todo lo que de
              Extraordinario y portentoso
             realizaba Nostradamus en los
        cuerpos y en las almas de cuantos a él
         acudían, porque le consideraban un
               Honrado y apreciado y de
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