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Bases psicopedagógicas de la enseñanza y del entrenamiento deportivo I – CFEM
obtienen nuestros sentidos la van a transmitir los nervios (acuérdate, igual que los hilos de cobre de los cables transmiten la electricidad, nuestros nervios transmiten la información).
Ahora te preguntarás: ¿dónde va esa información?, a lo que yo te respondo: Depende. En principio la información que llega de nuestros sentidos, es recogida por nuestros nervios que la transmiten a la médula espinal y ésta a su vez la transmite al cerebro. Una vez que recibe toda la información, el cerebro la mezcla (como si de una coctelera se tratase) y toma una decisión de movimiento. Dicha decisión la vuelve a mandar a través de la médula y los nervios a nuestro sistema locomotor, para que produzca el movimiento. Por ejemplo, supongamos que la información que nos llega de nuestro perrito es que tiene pinta de bonachón, el pelo sedoso y limpio y además, cuando lo tocamos se tumba boca arriba y se restriega un poco con el suelo. Probablemente, si te gustan los perros y te llega esta información, la orden que tu cerebro va a mandar a tu sistema locomotor sea: “sigue acariciando a este cachorrito” y continuarás acariciándole para regocijo tuyo y del animalito. En este ejemplo, todo ha transcurrido con normalidad, ya que la orden la ha emitido el cerebro, que es el jefazo de nuestro sistema nervioso.
Pero pongamos un segundo ejemplo en el que el perrito se acerca con pinta de bonachón, lengua fuera y tranquilo, con lo que nuestro cerebro emite la orden de “voy a acariciar este perrito tan bonito” y extendemos nuestro brazo para hacerlo. De repente, el perrito que de bonachón no tenía nada, sino que era todo un estratega para morder a incautos, abre sus fauces y trata de darte un mordisco tan fuerte como si no hubiera comido en un mes. Tú, haciendo gala de tus reflejos a lo Iker Casillas (o Diego López, para que no haya polémicas), apartas la mano y la metes detrás de la espalda para evitar que el chucho te enganche. En esta situación, cuando tus receptores (en este caso visuales) han advertido que el perro te quería dar un mordisco, tus nervios han mandado la información. Sin embargo, en lugar de llegar hasta el cerebro, que éste decida y a su vez mande la información de vuelta pidiéndole por favor a la mano que sea más rápida que la boca del chucho, la respuesta la ha mandado directamente la médula espinal. ¿Por qué?, porque de esta manera se ahorra tiempo y en esta situación (con un peligro potencial), unos milisegundos pueden ser la diferencia entre seguir completo o unirte a Garfio y su tripulación. Es decir, que la médula espinal, para ahorrar tiempo no manda la información al cerebro y espera a que esta vuelva, sino que responde ella directamente.
4.3. TIPOS DE MOVIMIENTOS:
Una vez que ya sabes cómo se produce el movimiento, podemos empezar a ver tipos de movimientos. Básicamente existen 3 tipos que funcionan de maneras diferentes:
Movimiento voluntario
Movimiento reflejo
Movimiento automático