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 Bases del comportamiento deportivo.
Tema 1 – Características motrices, psicológicas, afectivas y sociales de las personas
2.- CARACTERÍSTICAS MOTRICIES, PSICOLÓGICAS, AFECTIVAS Y SOCIALES DE LAS DIFERENTES ETAPAS DEL DESARROLLO
En tu vida como técnico deportivo vas a tener que trabajar con todo tipo de alumnos. Uno de los núcleos con el que vas a trabajar es el sector infantil. Este sector tiene una serie de características que es importante conocer, ya que vamos a tener que adaptar nuestra manera de trabajar a las edades y diferencias de nuestros alumnos.
Lo más importante a la hora de trabajar con niños es que no son personas completamente formadas, no han adquirido todavía todas las habilidades motrices, ni psicológicas ni sociales que caracterizan a los adultos. Los niños están en pleno proceso madurativo, con lo que su forma de pensar y sentir, muchas veces no tiene nada que ver con la nuestra. De hecho, la forma de pensar y razonar de un niño de 5 años, tiene poco que ver con la de un niño de 9 o la de uno de 12.
No obstante, como hablamos de personas, con sus diferencias individuales, la edad puede variar ligeramente de un niño a otro. De hecho, si comparamos entre chicos y chicas vamos a notar una diferencia a favor de las chicas en la evolución ya que suelen madurar con más rapidez que los chicos. A continuación veremos los aspectos más importantes de cada etapa.
 0-12 MESES
El desarrollo psicomotor es bastante acelerado durante nuestro primer mes de vida. Pensar que pasamos de tener reflejos innatos, como el reflejo de succión, a con 3-5 meses poder presionar un objeto. Conforme nuestro tono y desarrollo muscular mejora, conseguimos elevar la cabeza, reptar, gatear e incluso al final del periodo mantenernos de pie o andar. Este momento en que el bebé comienza a gatear o andar es muy importante, ya que el niño adquiere cierta autonomía (anteriormente su mundo se limitaba a todo aquello que estaba al alcance de su mano) e independencia.
Ya desde recién nacidos poseemos cierta memoria inmediata, y dicha memoria va mejorando su capacidad de captación según vamos desarrollando nuestro cerebro y el entorno nos va estimulando.
En cuanto al desarrollo social podemos decir que en los primeros meses de vida dependemos afectivamente de nuestros padres, tanto como nutricionalmente. Además, estos primeros apegos son imprescindibles para un desarrollo emocional sano, ya que a través de ellos superaremos situaciones de separación con seguridad y equilibrio. Hacia el final de este periodo los pequeños son más afectivos con el núcleo familiar que con los extraños.
Durante el primer año de vida comenzaremos a comunicarnos. Los primeros meses a través de sonidos guturales y gestos interpretados casi exclusivamente por los padres, pero a partir de los 6 meses comenzamos a imitar y jugar con los sonidos. Al final de este periodo, repetiremos “frases” de una sola palabra (por ejemplo, cuando digamos “pan”, querremos construir una frase del tipo: “mamá, quiero pan”).
  























































































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