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 Bases del comportamiento deportivo.
Tema 1 – Características motrices, psicológicas, afectivas y sociales de las personas
 12-24 MESES (de 1 a 2 años)
Podemos hablar ya de cierta psicomotricidad, el niño anda, corre, salta, anda de puntillas, monta en triciclo, etc. pero todavía con muchas caídas. Podemos encontrar diferencias individuales en los niños debido al tipo de estimulación del entorno familiar, no es lo mismo un niño que es animado a correr en el parque, estimulado para que aprenda movimientos nuevos, que otro mismo niño de la misma edad que le mantenemos sentado en una silla o encerrado en una habitación.
También existe cada vez más aprendizaje motor hacia el manejo de utensilios, lo que llamamos motricidad fina: cogen un lápiz para garabatear, pasan hojas de un libro, construyen torres con bloques, etc. Pero para desarrollar esta habilidad y unido a ella, se produce también una mayor coordinación oculomotora.
Aunque desde el principio de la etapa ya aprenden a manipular objetos, no pueden entender la permanencia de estos objetos si no están dentro del alcance de sus sentidos. Es decir, una vez que un objeto desaparece de la vista del niño o niña, no puede entender que todavía existe ese objeto (o persona). Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos, consistente en esconder su cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a "aparecer" (el famoso “Cucú-Tras”). Este juego contribuye a que aprendan la permanencia del objeto, que es uno de los mayores logros que se producen al final de esta etapa: la capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre o el padre salen de la habitación, regresarán, lo cual aumenta su sensación de seguridad.
Con esta edad solemos mostrar cierto afecto indiscriminado y sonreír abiertamente, además repetimos las acciones que hacen sonreír a los demás. Pero por otro lado, nuestro equilibrio emocional es bastante débil, pasamos por fases en las que reclamamos atención, nos frustramos, mostramos conductas agresivas, podemos ser de pronto retraídos, etc.
En esta etapa reconocemos ya muchas palabras del lenguaje y comienza a disminuir nuestra comunicación gestual. Aproximadamente nos comunicamos con 250 palabras, pero podemos realizar ya ciertas derivaciones de tipo número, género, diminutivos, etc.
 TERCER AÑO (de 2 a 3 años)
El conocimiento sobre su cuerpo (esquema corporal) está ya bastante desarrollado y además existe cierta lateralización (derecha-izquierda). Empezamos a tener cierto control de esfínteres, adquirido antes durante el día que durante la noche.
Comenzamos a mostrar conductas asociadas a cada sexo (los niños realizan más juegos de balón, construcción, etc., y las niñas empiezan a jugar con muñecas, cocinitas, etc.) aprendidas por imitación de los roles sociales, sobretodo del padre y la madre. Además, ya poseemos gran capacidad de retención y memoria.
Emocionalmente adquirimos cierto equilibrio, pudiendo mostrar nuestras emociones a través del lenguaje y no sólo con el lloro, ya que a pesar de incompleta y “telegráfica” nuestra habla es comprensible (utilizamos alrededor























































































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