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Bases del comportamiento deportivo.
Tema 1 – Características motrices, psicológicas, afectivas y sociales de las personas
 9 a 12 AÑOS (Periodo de “madurez infantil”)
En esta etapa nos encontramos en tierra de nadie, no somos niños pero tampoco adolescentes. Nos comportamos de manera muy socializada, somos objetivos, razonables y autónomos, pero también mostramos en ocasiones comportamientos muy infantiles. Manifestamos gran autonomía, pero somos muy sensibles a la opinión de los grupos de iguales.
Más que en ningún edad anterior se encuentra inmerso en la pertenencia a grupos (clubs, miembro de su clase, de su grupo, de su colegio...), pero sorprendentemente también quiere ser independiente y original con respecto al mismo. En estos grupos de iguales creados por afinidades (y no por necesidades como en las etapas anteriores) van surgiendo los líderes, los populares, etc.
Su desarrollo intelectual sigue en aumento y presenta nuevas características. Una de ellas es su tendencia a integrar datos y organizarlos, se complace en las clasificaciones más completas, se interesa por la relaciones de autoridad de unas personas sobre otras, etc. Además mejora sensiblemente su lógica y su capacidad para realizar operaciones concretas. Es decir en este periodo el niño puede aplicar la lógica, a conocer racionalmente. Así, pueden entender el concepto de agrupar, sabiendo que un perro pequeño y un perro grande siguen siendo ambos perros, o que los diversos tipos de monedas y los billetes forman parte del concepto más amplio de dinero. Sin embargo, sólo pueden aplicar esta nueva comprensión a los objetos concretos (aquellos que han experimentado con sus sentidos). Es decir, los objetos imaginados o los que no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo etéreo para estos niños, y el pensamiento abstracto tiene todavía que desarrollarse.
La idealización paterna va desapareciendo. Entre otras razones porque el niño se relaciona en diferentes ambientes donde asimila experiencias que relativizan la imagen ideal de los padres, así como descubren adultos más atractivos que los que tienen en casa (deportistas favosos, cantantes, actores...). Puede ocurrir que entre los “adultos más atractivos” se encuentra la figuro del entrenador-profesor si éste posee rasgos atractivos que imitar. Esta situación favorecería enormemente el proceso de entrenamiento.
En cuanto al desarrollo motor sigue mejorando, sobretodo en relación a la calidad de la ejecución y a la coordinación global y óculo-motriz (ojo-mano y ojo-pie). Al aumentar la eficacia del pensamiento aumenta también la creatividad a la hora de realizar movimientos. A partir de los nueve años se pueden aprender habilidades más complejas, por lo que puede ser el momento para enseñar técnicas deportivas más exigentes.
Todavía hay que encontrar el equilibrio entre juego y competición, inculcar el carácter de competición deportiva. Enseñar tanto a perder para que la derrota no sea vivida como una tragedia, y enseñar a ganar para no fomentar sentimientos de superioridad.
 LA ADOLESCENCIA
En el paso a la vida adulta el adulto se va a enfrentar por primera vez a muchas decisiones y experiencias: problemas de elección de estudios, de relación con el sexo opuesto, cambios físicos, etc. Y estás experiencias pueden ser difíciles de afrontar.