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Primeros Auxilios. Tema 2
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA EN ADULTO
La parada cardiaca (PC) es la causa de muerte más frecuente en el mundo occidental. La cardiopatía isquémica se define como la patología producida por el aporte insuficiente de oxígeno al músculo cardíaco e incluye varias enfermedades como son el infarto agudo de miocardio (IAM) y la angina de pecho. La causa principal es la obstrucción de las arterias coronarias, encargadas de llevar la sangre al tejido cardíaco, ya sea por la acumulación de colesterol en su interior (ateroesclerosis) u otras causas.
Hay una serie de factores que van a favorecer la aparición de la cardiopatía isquémica (conjunto de enfermedades del corazón cuyo origen radica en la incapacidad de las arterias coronarias para suministrar el oxígeno adecuado a los requerimientos): tabaquismo, dislipidemia (aumento de la concentración de colesterol y triglicéridos en sangre), hipertensión arterial (aumento de la presión vascular y sanguínea), diabetes mellitus (trastorno metabólico que produce alteraciones en las concentraciones de azúcar en sangre), vida sedentaria, obesidad, factores psicológicos.
Cuando se detiene la circulación sanguínea o la respiración, se produce inicialmente una disminución y posteriormente una ausencia del aporte de oxígeno a los órganos vitales. A los 4 – 6 minutos sin oxígeno comienza a producirse daño cerebral (muerte de las neuronas) y a partir de los 10 minutos este daño es irreversible. (Estos datos tienen mucho factores y variables que lo condicionan)
Se podría definir a la RCP como aquellas maniobras que aporten un flujo de sangre al corazón y al cerebro, de vital importancia en momentos críticos de PC (parada cardiaca). Por regla general, la RCP practicada por testigos de la parada duplica o triplica la supervivencia a un ataque cardíaco.
Actuación
Arrodillados al lado de la víctima, buscaremos el punto de compresión en la mitad del pecho, trazando una línea imaginaria entre la mitad del pectoral y el esternón (hueso situado en la parte anterior del tórax).
Colocaremos el talón de la mano en el punto de compresión del afectado.
Colocaremos el talón de la otra mano encima de la primera. Entrecruzaremos los dedos de las
manos cerciorándonos de no aplicar presión sobre las costillas de la víctima.
Colocaremos los brazos rectos y verticales sobre el pecho del afectado y comprimiremos el esternón entre 5 y 6 cm. ¡No aplicaremos presión alguna sobre la parte superior del abdomen o
el extremo inferior del esternón!
Tras cada compresión, liberaremos la presión del tórax sin perder el contacto con esternón del
afectado. Para realizar un masaje de calidad es importantísimo comprimir y descomprimir el
tórax.
Repetiremos con frecuencia de unas100-120comp/min. La compresión y la descompresión
deben durar lo mismo.
Después de 30 compresiones torácicas, abriremos de nuevo la vía aérea utilizando la maniobra frente-mentón.
Berta Pinilla Santos /Jorge Sances Criado 7