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BLOQUE COMÚN NIVEL 3 – Formación de formadores
Tema 2 – La sesión de formación
A la finalización de la sesión, tenemos que comprobar si nuestros objetivos se han cumplido. Esto implica hacer una evaluación de los resultados obtenidos por el grupo. Si no se han cumplido los objetivos, deberemos analizar los porqués (porque eran demasiado elevados, porque ha surgido un problema inesperado,...) para aprender para el futuro.
En este sentido, es interesante tener en cuenta que todos los grupos son diferentes. Así, lo que hemos conseguido con un grupo, no va a tenerse que repetir necesariamente con otros (aunque sí que nos sirve de guía). Aparte de la evaluación de los objetivos grupales, deberemos fijarnos en la consecución de los objetivos por parte de cada persona de manera individual, para ver así cuál ha sido el nivel de mejora de cada uno (su grado de aprendizaje).
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Un buen docente no es sólo aquella persona que enseña muy bien a hacer una cosa, sino la persona que consigue que su alumnado obtenga un mayor grado de satisfacción con la actividad que está realizando. La existencia de un buen clima en el grupo, mejora siempre el aprendizaje (y por lo tanto el rendimiento), ya que el grado de activación y de motivación por su parte será mayor que cuando el clima no es tan favorable.
Por todo esto, cualquier formador/a debería tener en cuenta lo siguiente:
Ser una persona dinámica. Así trataremos de pasar la mayor cantidad de tiempo posible haciendo ejercicios o actividades prácticas. Las largas explicaciones aburren y hacen que disminuyan la motivación y la atención del alumnado.
Conocer perfectamente el orden de progresión de los contenidos, intentando no pasar al siguiente punto hasta que el grupo no domine el anterior.
Variar los ejercicios lo más que se pueda para hacer más motivadoras las clases. A mayor variabilidad, mayor motivación. Si hacemos siempre lo mismo, la motivación y la atención decaen.