Page 11 - TEMA 2: INTERVENCIÓN EN PRIMEROS AUXILIOS
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Primeros Auxilios. Tema 2
 Lo primero que tendremos que hacer es solicitar ayuda a las personas del entorno, gritando ¡AYUDA!
Las maniobras de RCP se deben comenzar inmediatamente sin perder tiempo, pues en los lactantes y niños muchas veces lo único que puede precisarse son maniobras respiratorias, de modo que, si se actúa con rapidez, se puede evitar la progresión a una parada cardíaca.
Si hay un solo reanimador éste realizará las maniobras de RCP durante un minuto antes de separarse del niño para solicitar ayuda a los SEM (112).
Si hay dos reanimadores, uno de ellos iniciará las maniobras de RCP mientras el otro, activa el SEM (112), volviendo cuanto antes a colaborar en la RCP.
 Abrir la vía Aérea: Colocaremos una mano abierta sobre la frente sujetándola firmemente y manteniendo el cuello en posición neutra en lactantes y en extensión ligera-moderada en niños. El occipucio (porción posterior e inferior de la cabeza), prominente del lactante predispone a una ligera extensión del cuello cuando se coloca el niño en una superficie plana, por lo que deberemos asegurar que se mantenga en posición neutra.
Levantaremos el mentón, colocando la punta de los dedos de la otra mano debajo de éste. Durante esta maniobra deberemos poner especial cuidado en evitar cerrar la boca o empujar los tejidos blandos debajo del mentón, ya que esta acción puede obstruir la vía aérea, sobre todo en lactantes.
 Comprobaremos la respiración mientras mantenemos una adecuada apertura de la vía aérea, aproximando el oído y la mejilla a la boca del niño para decidir si no existe respiración espontánea deberemos ver, oír y sentir como máximo durante 10 segundos.
-Si el niño respira: le colocaremos en PLS. Cada 2 minutos deberemos asegurarnos que sigue respirando.
-Si el niño NO respira: debemos iniciar con las maniobras de reanimación (RCP).
Daremos 5 insuflaciones iniciales antes de comenzar las compresiones torácicas, durante las cuales deberemos observar el ascenso y descenso del tórax. Las insuflaciones deben ser lentas, de un segundo de duración aproximadamente.
Mientras efectuamos la insuflación es fundamental mantener una adecuada apertura de la vía aérea y un buen sellado de nuestra boca con la boca del niño o la boca y nariz en el lactante (menor de 1 año) para evitar que escape aire alrededor. Si el tórax no asciende deberemos ir modificando la maniobra de apertura de la vía aérea (maniobra frente-mentón) hasta conseguir una buena ventilación.
La fuerza y el volumen de insuflación las deberemos adaptar a la edad y tamaño del niño. Observaremos la movilización del tórax, intentando suministrar suficiente volumen, pero evitando una insuflación excesiva por el riesgo de provocar daño pulmonar y/o distensión gástrica (aumento del volumen del estómago por aire).
 Berta Pinilla Santos /Jorge Sances Criado
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