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Actividad física adaptada. Tema 2 – Tipos de Discapacidades
3.2.1. VARIABLES QUE AFECTAN A LA DISCAPACIDAD AUDITIVA
La discapacidad auditiva no se debe entender como un resultado directo de la gravedad del déficit (Ejemplo: si tiene mucha sordera tiene mucha discapacidad). Por supuesto que el grado de pérdida auditiva va a ser un indicador de gran importancia para ver qué grado de discapacidad auditiva tiene una persona. Sin embargo, existen otra serie de variables que van a ayudar a definir en qué grado una persona se está viendo afectada por su déficit auditivo y qué necesidades tiene.
Estas variables se pueden agrupar en dos grandes bloques:
3.2.1.1. VARIABLES DIRECTAMENTE RELACIONADAS CON EL DÉFICIT A. EL TIPO DE DÉFICIT AUDITIVO
Esta variable vendrá definida por dónde está se encuentra el daño auditivo. Así, en función del lugar donde se haya producido, las consecuencias van a ser de un tipo u otro, pudiendo afectar tanto a la cantidad de lo que se oye como a la calidad.
1. De transmisión: Hablamos de sorderas de transmisión cuando su origen se sitúa en el oído externo u oído medio (en el tímpano o en la cadena de huesecillos). Es posible resolverlo con tratamiento médico o quirúrgico, por lo que el pronóstico es bastante favorable. Este tipo de sordera afectará a la audición en su vertiente CUANTITATIVA (cuánto oye la persona).
2. De percepción o neurosensoriales: Cuando el problema se sitúa a nivel del oído interno, de nervio auditivo o de las zonas auditivas cerebrales. Son las sorderas más graves y permanentes. Su pronóstico es más complejo a nivel médico. En estos casos, la necesidad de apoyos (educativos, sociales, etc...) suele ser mayor. Este tipo de sorderas afectan a la audición en su vertiente CUANTITATIVA, pero también en la CUALITATIVA (cómo oye la persona). Así, la calidad de lo que se oye, queda en muchos casos alterada.
B. EL GRADO DE PÉRDIDA AUDITIVA
Es una de las variables más importantes. El grado de pérdida auditiva puede tener una determinante influencia en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, cognitivas y sociales, lo que delimitará las necesidades educativas de cada caso.
El grado de pérdida auditiva se determina mediante diferentes tipos de pruebas de las cuales las audiometrías son las más conocidas. Toda audiometría tiene dos parámetros fundamentales, la intensidad y la frecuencia, y con ellos se determina el nivel o grado de pérdida, según el cual las sorderas se clasifican en:
1. SORDERAS LEVES O LIGERAS: Pérdidas entre 20-40 decibelios. Hay percepción del habla, pero no de la totalidad de los contrastes fonéticos. Las personas con este tipo de pérdidas suelen realizar un sobreesfuerzo para mantener la atención en conversaciones cotidianas, lo que puede provocar situaciones de fatiga, etc...