Page 5 - ENTRENAMIENTO DEPORTIVO - TEMA 6

3.2 Mecánica respiratoria (I):
El centro respiratorio se encuentra en el bulbo raquídeo (protuberancia del tronco del encéfalo). El tronco del encéfalo recibe nervios que, en diferentes puntos de los sistemas respiratorio y circulatorio, recogen información: estado de distensión de los pulmones y las vías aéreas, flujo de aire, concentraciones de gases en sangre, estado metabólico del organismo y necesidades de oxígeno... En el sistema nervioso se integra esta información y, a través de los centros respiratorios, se regula la respuesta respiratoria, si bien la respiración es en parte voluntaria. La ventilación por minuto varía como promedio entre 6 y 10 l en reposo, mientras que durante el ejercicio máximo los aumentos de la frecuencia y profundidad ventilatoria pueden producir ventilaciones de hasta 200 l/min.
3.3 Mecánica respiratoria (II):
En la inspiración el diafragma se contrae y se aplana, al mismo tiempo, los músculos intercostales (entre otros) se contraen tirando de las costillas hacia fuera.
Todo esto consigue un aumento de volumen de la caja torácica y el consiguiente aumento del volumen de los pulmones, lo que supone el estiramiento de los alveolos, y así una disminución de la presión en la luz de los mismos. Esto implica un inmediato flujo de aire desde las vías aéreas hasta el interior de los alveolos.
En la espiración, el diafragma se relaja, abombándose de nuevo. Los intercostales también se relajan, con lo que las costillas vuelven a su lugar. Estos movimientos reducen el volumen de la caja torácica y el de los pulmones, lo que aumenta la presión en el interior de los alveolos y genera un flujo saliente de aire. La espiración es un fenómeno pasivo en condiciones de reposo, que se produce por la retracción elástica de los pulmones.
3.4 Intercambio y Transporte de Gases:
Además de la ventilación (entrada y salida de aire de los pulmones), tenemos que hacer mención a la perfusión y la difusión.
La perfusión es el paso de la sangre por los pulmones y varía según las necesidades del organismo: en una situación normal la circulación sanguínea es mayor en la parte baja de los pulmones y menor a medida que asciende, debido a que hay mayor presión sanguínea en la parte baja.
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