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INTRODUCCIÓN



                  El  licenciado Amador        Velasco,    estando preso en       los  calabozos    de

                  la  Inquisición     Toledo en      1576,    redacto un      pliego de descargo

                  donde dice: “Y bien pude ser haya yo sido como los gitanos, que hacen los
                  hurtos  los  vecinos, y échanselos    a  ellos”.  Esta exculpación,      no   era  la
                  única,   según indica Gómez Alfaro,               en los    archivos    españoles,
                  pueden     encontrarse     otros  documentos       parecidos. Esto      demuestra
                  que los   gitanos   tuvieron    que   acarrear, con    muchos      delitos  que no

                  habían cometido,         y  de   ello   hay   documentos       históricos,    como
                  acusaciones     de  canibalismo,     o  que   robaban    a  niños,  y  así  ciento  y
                  una patraña. Ahora eso no significa que los gitanos eran todos unos

                  santos,   pues   había   de todo,    pero muchas       de   las  cosas  que se les
                  acusaban     no eran    ciertas,  sobre    todo cuando       se  les  acusaban de
                  crímenes que no habían cometido, tampoco quiero decir con esto,
                  que no hubiera algunos que lo cometieran, pero que en la mayoría

                  de los casos, eran acusaciones falsas.
                  Quizá    el  problema       del  gitano,   era   que no se       doblegaba      ante
                  aquellas    injusticias,  y  se revelaba,     como también         lo indican    los

                  historiadores. Un problema añadido a esto, es que a los gitanos se
                  les  prohibió ejercer      sus  oficios,  y debido     a  ello  pasaron   hambre,
                  sobre todo a partir de los reyes Católicos.
                  Así,   pues    obligados     a  emigrar     a  las  montañas,      por    las  leyes

                  represoras, obligados a no poder ejercer sus oficios, ¿De qué iban
                  a  comer?    Por   ello,  al  ir  por  los  campos,  huyendo constantemente
                  robaban alguna gallina, en los huertos tal vez fruta, etc. Los señores

                  que    denunciaban,        muchas      veces    aumentaban los          hechos,     y
                  posiblemente      si  algún hecho      criminal    había sucedido       en aquella
                  zona,   pues   ya de   paso   se  lo  achacaban     a los  gitanos.   Así,  el  odio
                  creció contra     ellos,  y  el  deseo de  aniquilarnos     fue  general,   sino en

                  todos, en casi todos.


                               EL ADOCTRINAMIENTO CONTRA

                                 LOS GITANOS VENÍA DE LARGO


                  Del   mismo modo que Hitler            escribió el   libro genocida     “Mi lucha”
                  también Sancho de Moncada escribía un libro que dedicó a Felipe




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