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primitiva, las 10 tribus fueron predicadas y muchos aceptaron

                  al Señor.  Como ya hemos citado, Josefo dijo que las tribus se

                  encontraban  al  otro  lado  del  Eufrates,  y  por  otro  lado,  los

                  gitanos de España decían que venían de Egipto. Por otro lado,
                  Josefo  también  testificó  sobre  que  había  muchos  judíos  en

                  Egipto.  Por  lo  tanto,  en  ese  tiempo  se  debía  saber  donde

                  estaban  las  tribus,  y  cuando  Santiago  dirige  su  epístola  a  las

                  doce  tribus,  era  porque  sabía  donde  se  encontraban,  y  se  la
                  hizo llegar.



                    ¿Cuándo pudieron escuchar la predicación del evangelio las
                                                  tribus perdidas?


                         Encontramos  un  dato  importante  en  Hechos  2:9-11,  y

                  dice  así:  “Partos,  medos  y  elamitas;  habitantes  de

                  Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia,

                    de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia
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                  cercanas  a  Cirene;  visitantes  llegados  de  Roma;  judíos  y
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                  prosélitos;  cretenses  y  árabes:  ¡todos  por  igual  los  oímos

                  proclamar en nuestra propia lengua las maravillas de Dios!»”

                  Aquí vemos que en Pentecostés, vinieron judíos de todas las

                  naciones,  entre  ellas  de  Egipto,  además  según  nos  indica
                  Hechos  2:36,  allí  estaba  toda  la  casa  de  Israel,  porque  este

                  verso dice: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel,

                  que  a  este  Jesús  a  quien  vosotros  crucificasteis,  Dios  le  ha

                  hecho Señor y Cristo.”             Aquí menciona a las doce tribus, es
                  decir  entre  todos  aquellos  que  habían  venido  a  Jerusalén  a

                  celebrar Pentecostés, vinieron también de todas las tribus, no

                  solo  judíos,  pues  Pedro  se  dirige  a  todos,  y  se  dirige  a  ellos

                  como  la  “casa  de  Israel”.  Según  Hechos,  todos  estos  se

                  convirtieron  tras  la  predicación  de  Pedro,  y  es  seguro  que
                  después que fueron dispersados por la persecución, volvieron






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