Page 134 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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monstruos grotescos. Entonces el Padre —la Mente Suprema—, al ser la Luz y
la Vida, creó a su imagen un Hombre Universal espléndido: no un hombre
terrenal, sino un Hombre celestial, que vivía en la Luz de Dios. La Mente
Suprema amó al Hombre que había creado y le entregó el control de las
creaciones y las pericias.
Como el Hombre quería trabajar, estableció Su morada en la esfera de la
generación y se fijó en las obras de Su hermano, la Segunda Mente, que estaba
sentado en el Anillo de Fuego. Después de observar los logros del Obrero
Ardiente, Él también quiso hacer cosas y Su Padre le dio permiso. Los Siete
Gobernadores, de cuyos poderes era partícipe, se regocijaron y cada uno
proporcionó al Hombre una parte de Su propia naturaleza.
El Hombre anhelaba perforar la circunferencia de los círculos y
comprender el misterio de Aquel que estaba sentado sobre el Fuego Eterno.
Como ya tenía todo el poder, se agachó y echó un vistazo a través de las siete
Armonías y, atravesando la fuerza de los círculos, se manifestó ante la
Naturaleza, que estaba estirada abajo. El Hombre miró a las profundidades y
sonrió, porque vio una sombra sobre la tierra y una semejanza reflejada en las
aguas y aquella sombra y aquella semejanza eran Su propio reflejo. El Hombre
se enamoró de Su propia sombra y deseó descender hasta ella. Coincidiendo
con el deseo, el objeto Inteligente se unió con la imagen o la forma irracional.
La Naturaleza observó el descenso y se envolvió en torno al Hombre, al
que amaba, y los dos se fusionaron. Por este motivo, el hombre terrenal es
compuesto. En su interior está el Hombre del Cielo. inmortal y hermoso; en el
exterior, la Naturaleza, mortal y destructible. Por consiguiente, el sufrimiento
se produce porque el Hombre Inmortal se enamoró de su sombra y renunció a
la Realidad para vivir en la oscuridad de la ilusión: porque, si es inmortal, el
hombre tiene el poder de los Siete Gobernadores y también la Vida, la Luz y la
Palabra, pero, si es mortal, lo controlan los Anillos de los Gobernadores: la
Suerte o el Destino.
Del Hombre Inmortal habría que decir que es hermafrodita, o sea,
masculino y femenino, y siempre está atento. Nunca duerme ni está inactivo y
lo rige un Padre que también es masculino y femenino y siempre vigila. Este es
el misterio que se mantiene oculto hasta hoy, porque la Naturaleza, después de
fusionarse en matrimonio con el Hombre del Cielo, produjo una maravilla de
lo más maravillosa: siete hombres todos bisexuales, masculinos y femeninos, y
de postura erguida, cada uno de los cuales es un ejemplo de las naturalezas de