Page 486 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Capítulo seis
1. Hay tres elementos madre o primeros c m a (A, M, Sh), de los cuales
emanaron tres padres (progenitores) —el aire, el agua y el fuego primordiales
(espirituales)—, de los cuales surgieron los siete planetas (cielos) con sus
ángeles y los doce puntos oblicuos (el Zodiaco).
2. Para demostrarlo, hay tres testigos fieles: el universo, el año y el ser
humano. Son los doce, la balanza y los siete. Arriba está el dragón, abajo está
el mundo y, por último, el corazón del ser humano, y en el medio está Dios
que lo regula todo.
3. Los primeros elementos son el aire, el agua y el fuego; el fuego está arriba,
el agua está abajo y el aliento del aire crea el equilibrio entre ellos. La señal es
que el fuego lleva el agua. La letra m (M) es muda; c (Sh) sibilante como el
fuego y entre ellas está a (A) un aliento de aire que las reconcilia.
4. El dragón (Tali) está en el universo como un rey en su trono; la esfera
celeste está en el año como un rey en su imperio, y el corazón está en el cuerpo
del ser humano como un rey en la guerra.
5. Dios también contrapuso a los opuestos: el bien contra el mal y el mal
contra el bien. El bien procede del bien y el mal, del mal; el bien purifica al
mal y el mal, al bien. El bien se reserva para los buenos y el mal, para los
malvados
6. Hay tres de los cuales cada uno se sostiene a sí mismo: uno es afirmativo
(lleno de bien), otro es negativo (lleno de mal) y el tercero los equilibra.
7. Hay siete divididos por tres contra tres y uno en el medio de todos (el
equilibrio). Doce están en guerra; tres producen amor, y tres, odio; tres dan
vida y tres la destruyen.
8. Los tres que provocan amor son el corazón y los dos oídos; los tres que
producen odio son el hígado, la bilis y la lengua; los tres que dan vida son los
dos orificios nasales y el bazo, y los tres destructores son la boca y las dos