Page 490 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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                FUNDAMENTOS DE LA COSMOLOGÍA CABALÍSTICA





  Para los cabalistas, la Divinidad Suprema es un principio incomprensible que solo se
  puede  descubrir  mediante  el  proceso  de  eliminar,  por  orden,  todos  sus  atributos

  cognoscibles. Lo que queda —después de retirar todo lo cognoscible— es AIN SOPH,

  el  estado  eterno  de  Ser.  A  pesar  de  ser  indefinible,  lo  absoluto  impregna  todo  el
  espacio.  Abstracto  hasta  lo  inconcebible,  AIN  SOPH  es  el  estado  incondicional  de

  todas las cosas. Las sustancias, las esencias y las inteligencias se manifiestan por la

  inescrutabilidad de AIN SOPH, aunque lo absoluto en sí carece de sustancia, esencia o

  inteligencia. AIN SOPH se puede comparar con un gran campo de tierra rica en el cual
  crecen infinidad de plantas, cada una de un color, una forma y una fragancia distintas,

  aunque todas tienen las raíces en la misma tierra fértil, que, sin embargo, es distinta a

  todas las formas que se alimentan de ella. Las «plantas» son los universos, los dioses y

  el hombre; todos son nutridos por AIN SOPH y todos tienen su origen en una misma
  esencia indefinida; los espíritus, las almas y los cuerpos de todos están hechos de esta

  esencia y están condenados, como la planta, a regresar al suelo negro —AIN SOPH, el

  único inmortal— del cual proceden.
       Para  los  cabalistas,  AIN  SOPH  era  «el  más  antiguo  de  todos  los  antiguos».

  Siempre se consideró asexuado. Su símbolo era un ojo cerrado. Aunque en verdad se

  puede  decir  con  respecto  a  AIN  SOPH  que  definirlo  es  profanarlo,  los  rabinos

  postularon  determinadas  teorías  sobre  la  manera  en  que  AIN  SOPH  proyectaba  las
  creaciones  fuera  de  Sí  mismo  y  también  asignaron  a  este  No  Ser  absoluto

  determinados  símbolos  que  consideraban  descriptivos,  al  menos  en  parte,  de  Sus

  poderes. Como símbolo de la naturaleza de AIN SOPH usaban un círculo, que, de por

  sí,  es  emblema  de  eternidad.  Este  círculo  hipotético  envuelve  una  zona  de  vida
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