Page 492 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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la condición suprema de todo. La forma circular que se da a AIN SOPH significa que

  el espacio, en teoría, está encerrado dentro de un gran globo que parece de cristal,
  fuera del cual no hay nada, ni siquiera el vacío. Dentro de este globo —que representa

  a AIN SOPH— se producen la creación y la disolución. Cada uno de los elementos y

  los principios que se usarán alguna vez en las eternidades del nacimiento, el desarrollo

  y la decadencia cósmicos se encuentra dentro de las sustancias transparentes de esta
  esfera intangible. Es el huevo cósmico que no se rompe hasta que «llegue a nosotros»

  el gran día, que es el final del ciclo de necesidad, cuando todas las cosas regresen a su

  causa fundamental. En el proceso de la creación, la vida difusa de AIN SOPH se retira

  desde la circunferencia hasta el centro del círculo y establece un punto, que es el Uno
  que  se  manifiesta  primero,  la  limitación  primitiva  del  O  omnipresente.  Por

  consiguiente, cuando la esencia divina se retira así del límite circular hacia el centro,

  deja atrás el abismo, o, como lo llaman los cabalistas, la gran privación, de modo que
  en AIN SOPH se establece una condición doble, donde antes no había más que una.

  La primera condición es el punto central: el resplandor primitivo y objetivado de la

  vida eterna y subjetivada. Alrededor de este resplandor está la oscuridad provocada
  por  la  falta  de  vida,  que  es  atraída  al  centro  para  crear  el  primer  punto,  o  germen

  universal. Por consiguiente, el AIN SOPH universal ya no brilla a través del espacio,

  sino  sobre  el  espacio  desde  un  primer  punto  establecido.  Isaac  Myer  describe  el

  proceso con las siguientes palabras: «Al principio, el AIN SOPH lo ocupaba todo y
  después  hizo  una  concentración  absoluta  en  Sí  mismo,  que  produjo  el  abismo,  lo

  profundo o el espacio, el Aveer Qadmon o aire primitivo, el Azoth, aunque la Cábala

  no considera a este el vacío perfecto o un espacio en el que no hay absolutamente

  nada, sino que lo concibe como las aguas o el mar caótico cristalino en el cual había
  cierto  grado  de  luz  inferior  a  aquella  mediante  la  cual  se  hizo  todo  lo  creado  [los

  mundos y las jerarquías]».           [128]

       En las enseñanzas secretas de la Cábala se enseña que el cuerpo del hombre está

  envuelto en una iridiscencia ovoide semejante a una burbuja, llamada el huevo áurico,
  que es la esfera causal del hombre. Guarda la misma relación con el cuerpo físico del

  hombre que el globo de AIN SOPH con Sus universos tratados. De hecho, este huevo

  áurico es la esfera de AIN SOPH del ente llamado ser humano. En la realidad, por

  consiguiente, la conciencia suprema del hombre está en esta aura, que se extiende en
  todas direcciones y rodea por completo sus cuerpos inferiores. Así como la conciencia

  del huevo cósmico se retira hacia un punto central, que entonces se denomina Dios —

  el Uno Supremo—, la conciencia del huevo áurico del hombre también se concentra,
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