Page 504 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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Pascal, diría, más bien, que la circunferencia está en todas partes, mientras que

       lo que no está en ninguna es el centro. Sin embargo, con una balanza y no con
       un  círculo  compara  el  equilibrio  universal  de  las  cosas.  Afirma  que  el

       equilibrio está en todas partes y lo mismo ocurre con el punto central, donde

       queda  suspendido.  Llegamos  a  la  conclusión  de  que  el  Zohar  es,  por

       consiguiente, más convincente y más profundo que Pascal. […] El Zohar es
       una  génesis  de  luz;  el  Sefer  Yetzirah  es  una  escalera  de  verdad.  En  ellos  se

       exponen los treinta y dos símbolos absolutos del habla, que son los números y

       las letras. Cada letra produce un número, una idea y una forma, de modo que

       la matemática es aplicable a las formas y a las ideas, igual que a los números,
       en virtud de una proporción exacta y una correspondencia perfecta. Mediante

       la  ciencia  del  Sefer  Yetzirah,  la  mente  humana  se  arraiga  a  la  verdad  y  a  la

       razón; explica todo el avance posible para la inteligencia mediante la evolución
       de  los  números.  De  este  modo,  el  Zohar  representa  la  verdad  absoluta,

       mientras  que  el  Sefer  Yetzirah  proporciona  los  métodos  para  conseguirla,

       reconocerla y aplicada».          [129]



       Cuando  se  coloca  al  propio  hombre  en  el  punto  D  10,  se  revela  su  verdadera

  constitución. Existe en los cuatro mundos, de los cuales solo uno es visible. Entonces
  resulta evidente que las partes y los miembros que tiene en el plano material son, por

  analogía,  jerarquías  e  inteligencias  en  los  mundos  superiores.  Vemos  aquí,

  nuevamente, una muestra de la ley de la compenetración. Aunque en el interior del
  hombre está todo el universo (las cuarenta y tres esferas que se compenetran con D

  10), él ignora su existencia, porque no puede controlar lo que es superior o mayor que

  él mismo. Sin embargo, todas estas esferas superiores ejercen control sobre él y así lo

  demuestran  sus  funciones  y  sus  actividades.  Si  no  lo  hicieran,  sería  una  masa  de
  sustancia inerte. La muerte no es más que el resultado de desviar los impulsos vitales

  de los círculos superiores para que no lleguen al cuerpo inferior.

       El control de los círculos transustanciales sobre su propio reflejo material se llama

  vida y el espíritu del hombre es, en realidad, un nombre que se da a este gran receptor
  de inteligencias, que se concentran en la sustancia a través de un punto llamado ego,

  situado en medio de ellas. X 1 es el límite exterior del huevo áurico humano y todo el

  diagrama se convierte en una muestra de la constitución del hombre o una muestra de
  la constitución cósmica, si se correlaciona con el universo. Mediante la cultura secreta

  de  la  escuela  cabalística,  se  enseña  al  hombre  a  escalar  los  círculos  (desarrollar  su

  conciencia)  hasta  que  por  fin  regresa  a  AIN  SOPH.  El  proceso  mediante  el  cual  se
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