Page 89 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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La  fecha  en  que  se  fundaron  los  Misterios  odínicos  es  incierta.  Algunos  autores

  declaran que se establecieron en el siglo I antes de Cristo y otros en el siglo I después

  de Cristo. Roben Macoy, del grado 33, da la siguiente descripción de su origen: «Se
  deduce de las crónicas septentrionales que, en el siglo I de la era cristiana, Sigge, el
  jefe de la tribu asiática de Aser, emigró del mar Caspio y el Cáucaso hacia el norte de
  Europa. Dirigió el rumbo hacia el noroeste, desde el mar Negro en dirección a Rusia,
  donde, según la tradición, colocó a uno de sus hijos como gobernante, como dicen
  que había hecho con los sajones y los francos. A continuación atravesó Cimbria en

  dirección  a  Dinamarca,  donde  puso  como  soberano  a  su  quinto  hijo,  Skióld,  y  se
  trasladó  a  Suecia,  donde  gobernaba  entonces  Gylf,  que  rindió  pleitesía  a  aquel
  forastero extraordinario y fue iniciado en sus misterios. No tardó en convertirse allí en
  señor,  levantó  Sigtuna  como  capital  de  su  imperio,  promulgó  un  nuevo  código  y
  estableció los misterios sagrados. Él mismo asumió el nombre de Odín, fundó el clero

  de  los  doce  drottar  (¿druidas?),  que  se  encargaban  del  culto  secreto  y  la
  administración de la justicia y, como profetas, revelaban el futuro. Los ritos secretos
  de  aquellos  misterios  festejaban  la  muerte  del  hermoso  y  encantador  Balder  y
  representaban  la  pena  de  los  dioses  y  los  hombres  ante  su  muerte  y  su  vuelta  a  la
  vida».   [12]



       Después de su muerte, el Odín histórico fue deificado y su identidad se fundió con

  la  del  Odín  mitológico,  el  dios  de  la  sabiduría,  cuyo  culto  había  promulgado.

  Entonces,  el  odinismo  sustituyó  al  culto  a  Thor,  el  dios  del  trueno,  la  divinidad

  suprema del antiguo panteón escandinavo. Todavía se puede ver el túmulo en el cual,
  según la leyenda, fue enterrado el rey Odín, cerca del lugar donde está situado su gran

  templo, en Upsala.

       Los  doce  drottar  que  presidían  los  Misterios  odínicos  personificaban,
  evidentemente,  los  doce  nombres  sagrados  e  inefables  de  Odín.  Los  rituales  de  los

  Misterios odínicos eran muy similares a los de los griegos, los persas y los brahmanes,

  en los cuales se basaban. Los drottar, que simbolizaban los signos del Zodiaco, eran

  los custodios de las artes y las ciencias y las revelaban a aquellos que superaban las
  pruebas  de  iniciación.  Al  igual  que  muchos  otros  cultos  paganos,  los  Misterios

  odínicos,  como  institución,  fueron  destruidos  por  el  cristianismo,  aunque  la  causa

  fundamental de su decadencia fue la corrupción del clero.

       La mitología es casi siempre el ritual y el simbolismo de una escuela mistérica. En
  pocas palabras, el drama sagrado que constituía la base de los Misterios odínicos es el

  siguiente:



       «Al  creador  supremo  e  invisible  de  todas  las  cosas  lo  llamaban  “el  Padre
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