Page 222 - [1library.co] l la era de las maquinas espirituales kurzweil
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vo bajo el sol; ni necesidad de comprender mejor las herramientas
                                                               nuevas del hombre, ni necesidad de descender al microcosmos de
                                                     La economía, la sociología, la geopolítica, e! arte, la religión, roda
                                                         sufidentes para .::xplicar las superficies esenciales de la vida. Para
                                                                          Si en 1960 hubieran dejado de funcionar todos los ordenadores, poca
                                                                               comprobado una demora en la obtención de· impresiones a partir de
                                                                             Unos  pocos  millares  de científicos  habrían
                                                                                            mero, fallaría la distribución de energía eléctrica. Pero aun cuando se
                                                                                              mantuviera la energía eléctrica (10  que no sucedería), prácticamente
                                                       fueron
                                             formas, sea ccnocida como el avance más fascinante de! siglo XXI.
                                                                 la electrónica moderna para entender e! mundo. Con nosotros en
                                           Es  probable que la  digitalización de la información, en todas sus
                                                           muchos observadores no parece haber nada verdaderamente nue­
                                                                                                 todo se estropearía. La mayor parte de los vehículos motorizados tie­
                                                                                                    nen  microprocesadores  incorporados,  de modo  que los  únicos  co­
                                                                                  su última introducción de datos en tarjetas perforadas. Se habrían re­
                                                                                         dos los ordenadores, la sociedad estaría condenada a detenerse. Pri­
                                                                                       Muy distinta es la situación en 1999. Si  dejaran de funcionar to­
                                                ANWANG
                                                                     GEORGE GILDER
                                      EL DÍA EN QUE LOS ORDENADORES SE PAREN
                                                       durante  siglos
                                                                                    tenido algunos informes comerciales. Nada para preocuparse.
                                                       que
                                                       proporciona  poderosas  herramientas
              1999
                                                                   el mundo ya hay demasiado.
              8.
                                                                             gente lo  habría  notado.
                    -Entonces, ('cómo nos protegeremos de las armas de la bioingeniería?
             sos crece rápidamente. Hay auténtico optimismo entre los científicos,
                  presionantes en el tratamiento bioingenieril del cáncer y otros flagelos.
               de suyo escépticos, en cuanto a la posibilidad de lograr progresos im­
                                                                                                     ,,'  ches que circularían serían muy viejos.  Tampoco habría casi camio­ funcionamiento, y nada de autobuses, ferrocarriles, metros ni  nes ~n   221
                       -Con más bioingeniería. Por ejemplo, con drogas antivirales.
                                                                                                     ,1
                         -¿ y las armas de la nanoingeniería?  -Lo mismo. Con más nanotecnología.  -Espero que prevalezcan los nanobots buenos, pero me pregunto  cómo distinguiremos los buenos nanobots de los malos.  -Es difícil de saber, sobre todo porque los nanobots son dema­ 'siado pequeños para verlos.  -Excepto para otros nanobots, ¿verdad?  -Buena observación.   220
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