Page 1498 - JULIO
P. 1498
Sí, la noche acaricia el pasto húmedo, ese hogar 16
parece un poco lejano pero factible, tu beso parece
cifrado pero posible, nunca improbable, pasan las
noches por nuestras bocas intactas, nuestras caricias
imaginadas, quiero que sigas leyendo esta carta, no
hay punto de regreso, debes saber que también te
necesito, que no quiero huir hacia delante, ni hacia
atrás, es final de febrero, quizás es momento de
celebrar el aire acuoso que nos evoca un reencuentro,
algo que parece un reencuentro sin habernos conocido
antes, contemplando los paisajes en que no estabas,
me doy cuenta de cuánta falta me has hecho, y me
ubico bajo el sol de todos aquellos días que no sabía
escribir cartas de amor, de todas esas veces que era
incapaz de enviar cartas de amor.
Te cielo
Amor, ¡cuánto te cielo!
Amor, llegas a mi vida cuando más necesita un ser
resplandeciente que iluminará mi camino en esta senda
y una bondadosa mano para sostener mi existencia, y
es en ese momento que te conozco y te veo como mi sol
que ilumina mi ser como lo haces a un bello rosal,
tu dedicación y ternura hacen que esas lágrimas
desaparezcan y haces que mi vida se convierta en
alegrías porque al percibirte en mi vida siento la
firmeza de la energía que le regalaste a mi corazón.
Tus letras con las que siempre me acaricias es querer
detener el tiempo cuando así a mi lado te tengo y sé
que cuando llegas a mi vida comprendo que volví por
ti a nacer, dime amor mío como poder yo agradecer
todo este sentimiento que haces día a día aflorar de
mi ser, sé que estás letras son escasas y que no
logran ni acercarse a lo que quiero expresar solo
atisbo a frasear cuanto te cielo, que me devolviste
a la vida, que mi corazón es tuyo y que tengo el
mejor y más grande regalo de amor que es tu corazón
ya que has alimentado mi amor como se alimenta nuestro
bello rosal.