Page 1535 - JULIO
P. 1535
Cuando faltan las caricias están las cartas que vuelan hasta tus manos para
14
hacernos sentir más cerca.
Escribiéndote las distancias no duelen tanto, contigo siempre me atrevo a
volar muy alto, contigo no le temo a nada y nadie.
Me das tanta dicha y felicidad que no me cabe este amor en el pecho.
La noche, siempre es propicia para escribir estas letras y echar a volar la
imaginación de cómo sería estar contigo.
Al menos sé que por ahora podemos los dos observar la misma luna, las mismas
estrellas… y eso me hace mucha ilusión.
Amarte cada día y en cada momento es una tarea muy fácil y no está
limitada por el tiempo.
El amor que te entrego es un amor que se da libre como el viento, no tiene
necesidad de permisos especiales, sólo se da y se siente como algo lindo y
bendecido.
Te confieso que muchas veces me pregunto si las letras que te envío
pudieran resultar aburridas, porque parece que siempre son pocas y
repetitivas. ¿Pero el amor, acaso no es así?
Para mí siempre es lindo y grato leer o escuchar las palabras que salen de
nuestros labios y corazones. «Te cielo», «te extraño…» Esas palabras jamás
cansan, porque son nuestras.
Este amor que tenemos lo hemos sabido cuidar a través del tiempo, y no
dejaré que se vaya, no me cansaré de escribirte estas palabras…
Son nuestras cartas, nuestros sentimientos, y eso jamás podría cansar.
Te cielo mi amor, pese a la distancia que hay entre los dos, tú te encuentras
aquí mismo, junto a mí, entre todas mis cosas, en mis ropas, en mis libros, y
en todo cuanto hay en mi cuarto. Siempre estoy pensando en ti…
Es muy maravilloso amar así...
Te cielo, vida mía, te cielo con toda la fuerza de mi corazón, te cielo con el
alma, te cielo para siempre.
Te cielo vida mía, gracias, muchas gracias por permitirme el amarte día a
día, noche a noche.
Te adoro vida mía…