Page 1757 - JULIO
P. 1757

Te cielo… ¡cuánto te cielo!                                             3


                  Detrás de un "te cielo".

                  Mi amor, mi pedacito de cielo, cuánto añoro de tus labios un beso.


                  Cuánto  quiero  verte  en  este  instante  y  decirte  muchas  cosas  más,
                  porque  aún  tengo  mucho  por  decirte,  hay  tanto  aún  detrás  de  esa
                  frase, pero no me alcanzan las palabras ¡y es que no las hay! Para el
                  amor no existe un diccionario ni un alfabeto, ni una regla ortográfica
                  ni  gramatical  definida,  y  aun  así  tiene  el  maravilloso  don  de

                  comunicarse en todo momento, actúa con su propia lógica y posee su
                  característica forma de expresión, sí, así es el amor.

                  ¿Cuáles son las palabras que necesito para hablarle a una célula de
                  mi cuerpo? ¿O al átomo, a un poro o tal vez a la sangre que corre por
                  mis  venas?  No  puedes  agarrar  a  ninguno  de  ellos  y  hablarles

                  esperando que entiendan  un  lenguaje,  unas palabras  que  tratan de
                  explicar  algo.  No  puedes  tomar  la  energía  que  rodea  el  cuerpo  e
                  intentar  hablar  con  ella,  sin  embargo,  esas  cosas  existen,  aunque
                  tengan “un lenguaje propio”, así es el corazón que no depende de un

                  lenguaje porque él es autónomo, es capaz de pensar, decidir y elegir a
                  su antojo, además de ser capaz de comunicarse en todos los niveles
                  sin tanta dificultad.

                  Te cielo, es lo único que podría decir porque no tengo la capacidad de

                  describir ni escribir, mucho menos traducir esto que dice mi corazón,
                  esto que grita tan alto y tan fuerte, esto que yo puedo entender pero
                  que me es imposible de expresar en palabras porque el lenguaje del
                  amor, del corazón, no está hecho para ser leído ni mucho menos para
                  ser comunicado por la mente, por eso mi mente no lo entiende y no
                  puede traducirlo a palabras, por tanto las verdaderas “palabras” del

                  corazón no pueden ser distorsionadas porque nadie puede transmitir
                  en palabras lo que está hecho sólo para ser sentido y vivido a través
                  de las emociones, aquello que denominamos sentimiento.

                  No tengo idea de cómo puede llegarse a sentir tanto, y no sé si de

                  alguna  manera  pueda  mostrarte  todo lo  hay  dentro de  mi  corazón,
                  pero déjame empezar diciendo que te cielo porque es la única frase
                  que iguala en intensidad lo que yo siento por ti.
   1752   1753   1754   1755   1756   1757   1758   1759   1760   1761   1762