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Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre                         6
                  nuestro. Te cielo mi Begoña.

                  EL INFINITO ES NUESTRO...


                  En el infinito de nuestro amanecer, tu sonrisa aflora como una luz que
                  quedó  prendada  de  mi  cielo,  robando  el  fulgor  de  la  luna  que  fue
                  testigo mudo de nuestro amor y nuestra entrega.

                  El  resplandor  de  tu  mirada,  la  suavidad  de  tu  caricia,  quedaron
                  incrustadas en mi ser, cual estampa de recuerdo de la sinfonía que

                  sonó clara y potente en nuestras almas.

                  Tu dulzura se derramó por mi cuerpo que se estremeció al recibir la
                  piel vestida de amor y de pasión, y lo cubrió de una seda fina, blanca,
                  rica en sensaciones inigualables... aquellas que sólo los enamorados

                  son capaces de sentir.

                  Tu mano recorriendo mi rostro, tu boca besando mis ojos cerrados, tu
                  voz susurrando en mi oído esos "te cielo" suspirados... ¡todo tú, mi
                  cielo!... haciéndome vibrar en cada cita bajo las estrellas envidiosas.

                  ¡El infinito es nuestro!... lo tocamos y acariciamos con cada palabra de

                  miel que emanan de nuestros labios, con cada dedo que palpa el bello
                  desliz de una mano que busca sólo pasión y más amor... ¡sí!... el infinito
                  está dimensionado por este inmenso amor, por este inigualable amor...
                  por nuestras almas que ríen al unísono para entrelazarse en un corro

                  de rondas enamoradas.

                  ¡¡Te cielo mi amor!! La brisa se lleva mi eco hasta tu lecho, te acurruca
                  con mi silencio que clama tu presencia, te acompaña en la noche negra
                  y eterna... pero que se hace madrugada para descubrirte día a día... y
                  besarte con mi locura de amor... esa que jamás desaparecerá de tu ser,

                  esa que siempre te ha de seguir donde quiera que estés... esa que cielas
                  y que alimenta nuestro vivir... y no nos deja perecer.

                  Tuyo siempre mi vida... siempre...

                  Te cielo tanto…


                  Tu amor que mucho te extraña... y te ciela.

                  Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre
                  nuestro. Te cielo mi Begoña.

                  En un suspiro
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