Page 1765 - JULIO
P. 1765
Tal vez el océano pierda su azul verdor, al observarlo a la distancia, 11
pero yo jamás te sacaré de mis pensamientos. Y te pasearás triunfante
en mi memoria. Nada hará cambiar mi forma de amarte.
Quizá nunca toques mis manos, ni acaricies mis cabellos en una noche
que invite a una intimidad delirante, más mi alma travesará fronteras,
y estará allí junto a ti para amarte.
Te amaré hasta el amanecer, hasta dejarte extenuada, llena de mi amor,
de mis caricias y mis besos y lloraré de emoción al sentirte solamente
mía.
Permaneceré siempre a tu lado.
Estaré en tus noches tristes, en el susurro del viento por las tardes,
cuando creas que la noche ha llegado y todo sea oscuro para ti, estaré
en una estrella, alumbrando tu destino para que puedas seguir tu
camino.
Clamaré a Dios para que seas feliz, aunque no sea a mi lado y cuando
al final hayas encontrado con quien compartir tu vida, me retiraré en
forma silenciosa.
Y cuando de vez en cuando quieras recordarme, me encontrarás en el
rocío suave de una rosa, o en una gota de lluvia en una tarde
cualquiera, o tal vez en la sonrisa de una pareja de enamorados.
Te cielo tanto…
Tu amor que mucho te extraña... y te ciela.
Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre
nuestro. Te cielo mi Begoña.
NO EXISTE NADA MÁS QUE TÚ Y YO
Esta es nuestra historia: solo tú y yo, nuestro cuento perfecto, nuestra
historia de dos. Sé que hay muchas historias, pero ninguna como ésta.
Porque la nuestra no es una historia más, una historia que comenzó
rozando el límite de lo prohibido, viviendo momentos que ninguno de
los dos jamás olvidará, para hacer más especial el momento en que
por fin nos unimos para formar uno solo.