Page 1769 - JULIO
P. 1769
razón para esos versos que escribo cuando busco estar cerca de las 15
olas y pienso en el regreso.
Hoy, después de enfrentarme al desafío de otro día en este extraño
lugar llamado "Mundo" comprendí una vez más, que en el corto tiempo
que nos toca vivir lo único que realmente importa es el amor.
No ese amor a alguna estrella que adorna con su luz la oscuridad de
la noche, ni el amor por un árbol cuando sabemos que alguien por
motivos egoístas desea cortar.
Cuando te hablo de amor amada mía, siempre quise y quiero decir, la
verdad que siento nacer muy dentro, cuando emoción, fantasía e
inmenso caudal de sentimientos se unen y llaman como en sueños tu
hermoso nombre.
De pronto, entre primaverales campos te encuentro, no pienso más en
la llegada del invierno o de tormentas que dejan a su paso huellas de
tristeza y soledad.
No pienso en el caer de otra página del llamado Calendario ni me
importa que cada cual viva en la carrera inacabable de hacer esto o
aquello.
Solamente importa tu presencia en mis días, tus caricias al momento
exacto de la entrega, el unir de nuestros labios en el nuevo comienzo
de ese viaje que sabemos emprender tú y yo.
Sé mi amor que lejos de ti he de sorber lenta y dolorosamente cada
segundo, aunque solícito iría a donde estés si pudiera, más tú como
yo comprendes que será cuando termine lo que falta, entonces nada
me atará a noches sin tus besos, ni habrá amaneceres sin abrir juntos
otro capítulo nuestro.
Por ahora descanso y te hablo a través de esta carta que llegará antes
que yo y estará ante tus lindos ojos, en tus manos que extraño a cada
instante.
Me quedan algunas Lunas que seguir y ciertos caminos que andar
rumbo al Norte.
Pronto será como quisimos, y en la vastedad de este sentir que nos
une, podré susurrarte aquello que te gusta:
"Te amaré mi amor, eternamente"