Page 891 - JULIO
P. 891

Desde hace tiempo habitas en mi corazón, en mi piel y en todo lo que me rodea.
                  Hoy  me  desperté  queriendo  decirte  muchas  cosas,  esas  que  van  naciendo              10
                  minuto a minuto y día tras día.

                  Hoy no quiero hablar de distancias, de esas que sabemos demasiado como son
                  y lo que se siente con ellas...
                  Hoy  quiero  hablarte  de  amor,  de  esa  clase  de  amor  que  no  nace  un  día
                  cualquiera, sino que se va formando con el tiempo.

                  Ese amor que sentimos nosotros y que tanto bien nos hace...

                  Cuando escribo estas cartas para ti es como que yo me libero de mí misma, me
                  recorre  un  deseo  imperioso  de  decirte  muchas  cosas  que,  aunque  suenen  o
                  parezcan repetitivas, son las que guardo siempre para ti.

                  Siempre  te  encuentro  cuando  el  sol  se  levanta  y  me  asomo  por  mi  ventana
                  pronunciando tu nombre.

                  Hoy no se parece a nada de lo de ayer, hoy es todo más fantasioso, hoy juego
                  con mis manos queriendo encontrar las tuyas a mi lado... pero no es así, estamos
                  lejos, y todo el tiempo que no estoy contigo lo paso escribiendo mil cosas para
                  enviarte y que puedas sentir en tu corazón que cada día es una nueva esperanza
                  para los dos.

                  Me faltas durante muchas estaciones, con tu ausencia siento tiempo de lunas sin
                  mucho brillo, y primaveras que parecen otoños. Más tú eres interminable, y nunca
                  cambias, eres perenne como la hierba, real como el sol, amado y soñado por
                  este corazón que sólo ve a través de ti.

                  Estás lejos, por ahora sólo te puedo enviarte letras como estas, para sentirnos
                  cerca... pero cuando llegue el día que tanto hemos soñado, despertaré en tus
                  brazos sin querer soltarte.

                  Mi amanecer tendrá nuevos brillos y nunca el sol habrá sido más cálido, ni el día
                  más bello, eso será cuando un día me despierte a tu lado y tomando tus manos,
                  te diré cuanto te cielo.

                  Hoy sólo quiero darte amor y bellas palabras, mientras sigo soñando con estar
                  tan cerca de ti como para susurrare las palabras que aún guardo aquí en mi
                  interior, y que sólo son para ti.

                  No olvides que el tiempo pasa y todo será como lo hemos soñado.

                  Un día todo esto por lo que estamos pasando por culpa de la lejanía no será más
                  que un hermoso recuerdo que guardaremos para cuando seamos viejos.
                  Será entonces cuando juntos leamos todas estas cartas que nos enviamos el uno
                  al otro.

                  Nos tomaremos las manos y daremos gracias a Dios por este hermoso amor que
                  no regaló.
   886   887   888   889   890   891   892   893   894   895   896