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Protagonista
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ, DIRECTOR DEL MÁSTER INMOBILIARIO DE LA FEE
“El aparejador tiene un perfil perfecto para la gestión directiva”
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ
ES APAREJADOR Y PISÓ LA OBRA LO JUSTO PARA DARSE CUENTA DE QUE AQUELLO NO LE GUSTABA. CON LAS HERRAMIENTAS BÁSICAS
DE LA CARRERA Y UNA POSTERIOR FORMACIÓN PERMANENTE ORIENTÓ SU ACTIVIDAD HACIA OTRAS ÁREAS. HOY ES UN ALTO EJECUTIVO INMOBILIARIO Y DIRIGE EL MÁSTER DE LA FEE.
Por Javier de la Cruz. Fotografías: Luis Rubio
¿Qué formación de base tiene?
Soy arquitecto técnico. Estudié en la Universidad Politécnica de Madrid y acabé la carrera en 1996. Desde 2011 soy también graduado en Ingeniería de la Edificación. Pero a los tres meses de acabar Aparejadores llegué a la con- clusión de que me había confundido de carrera. En Selectividad tenía cla- ro que me gustaba la Matemática, el Dibujo Técnico y pensar en plazos de tiempo y en costes. Las opciones eran Aparejadores y Caminos. La arquitec- tura, según la entendía yo, era un tema artístico y no me interesaba demasia- do. Justo ese verano estaba leyendo Los Pilares de la Tierra y me dije que aquello era lo mío. Después descubrí que no se trataba exactamente de eso.
¿Por qué?
La carrera se enfocaba para ponerse un casco y ser jefe de Obra. Me replanteé todo y me salió un trabajo relacionado con el Cálculo de Estructuras. Lo que me gusta realmente son los números. De ahí me salió una colaboración con un estudio de arquitectura, en el que estuve cinco años. Primero como autó- nomo y después por cuenta ajena. Y ahí descubrí otra de las cosas que más me gustan, el mundo del urbanismo, que
en la escuela no se abordaba. Eso, des- pués, me permitió dedicarme a la con- sultoría inmobiliaria en Knight Frank, la consultora inmobiliaria más antigua del mundo, para hacer implantación de centros comerciales y analizar la viabilidad. Allí estuve desde 2001 has- ta 2016. Hace seis o siete años salté al mundo de la valoración con estánda- res internacionales, en donde tengo la acreditación como MRICS.
¿Cómo entró en contacto con el Colegio de Aparejadores?
El día que me dieron la última nota de la carrera vine, me colegié y fui a la Bolsa de Trabajo. Era viernes. Me dieron un teléfono, llamé, y el lunes estaba traba- jando. Fue el mejor acercamiento del mundo. Me dio mi primera oportunidad laboral. Para mí es un orgullo ser apare- jador. El Máster Inmobiliario que cursé en el Colegio entre 2005 y 2007 fue un salto cualitativo para mí porque, a raíz de ello, me adentré en el mundo de la economía. Pero sigo siendo aparejador nato. Yo en la matemática financiera, por ejemplo, los flujos de caja o cash flow los pinto como vigas, con las cargas positivas como ingresos hacia arriba y las cargas negativas hacia abajo, como costes de gastos y mantenimiento...
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Primavera 2020