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Protagonista
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ
La FEE siempre busca nuevos horizontes y ajusta su enfoque a las necesidades del mercado
entrevista con una exalumna mía a la que quiero contratar para que sea mi valoradora en Madrid. Otra alum- na ha entrado en mi antigua empresa. Las compañías me preguntan. Muchos alumnos son gente de casco pero que ya quieren otra cosa. Quieren aprender algo diferente. Y se lo enseñamos. Les enseñamos que el mundo de la obra es una referencia muy pequeña. Les ense- ñamos todas las posibilidades para su desempeño profesional desde que el suelo es rústico hasta que el inmue- ble lleva 10 años de funcionamiento alquilado, por ejemplo. Todas las posi- bilidades que tenemos de trabajar ahí. Concienciamos a los alumnos de que, como arquitectos técnicos, tenemos el perfil ideal para ese cometido. Yo lo que quiero en mi máster es gente que esté en el mercado, que dirija grandes fondos, que opere a alto nivel y que dé una visión a mis alumnos aparejado- res de que el mundo es muy grande. En el equipo docente hay un profesor que imparte coaching y mentoring de equipos en el sector de la náutica y es aparejador. Otra persona ayuda en el capitulo de gestión de las emociones, los entornos cambiantes, los entornos VUCA (Volatility, Uncertainty, Com- plexity and Ambiguity). Me interesan aparejadores que sean protagonistas y den testimonio de todo esto.
¿Hay resistencia o falta de convicción entre los aparejadores para entrar en sectores nuevos de actividad?
Los aparejadores no nos solemos poner en valor, sobre todo los de la generación que estamos entre los 40 y los 50 años, los old school. Pero los jóvenes de ahora, los millennials, no tienen esa limitación. Funcionan de una forma muy diferen- te. Su objetivo no es la obra. Conciben
la carrera como un paso para especiali- zarse en algo que harán vía máster, tal vez, para enfocarse profesionalmente a lo que ellos quieren. Hay un alumno del máster, por ejemplo, que se dedica a la optimización de sistemas de trabajo. Pero hay otros muchas ejemplos. Un compañero aparejador, por ejemplo, es responsable en Google del desarrollo y transformación digital del sector finan- ciero en España. Estamos viviendo un momento en el que todo cambia muy rápido y hay que adaptarse. Y el apareja- dor es un profesional que tiene una faci- lidad de adaptación innata a los cambios, ya desde la misma obra. Esa capacidad de reacción es absolutamente positiva y la tenemos integrada. Nuestra segunda gran capacidad es la de gestionar. Somos grandísimos gestores de equipos y de situaciones de crisis. También somos optimizadores de sistemas, que es un perfil perfecto para un mundo actual que está en cambio continuo.
¿Los cursos de la FEE están orienta- dos a las necesidades prácticas de la empresa?
Totalmente. Para mí dar clase es una pasión, un compromiso con mi profe- sión, pero un gran esfuerzo que me lleva al agotamiento. Mis mejores amigos son aparejadores, les he visto pasarlo muy mal y siempre les he animado a probar en otros campos. La FEE siempre está preocupada por hacer cosas nuevas, por explorar nuevos horizontes, por ajustar el enfoque a las necesidades reales. Las clases del Máster Inmobilia- rio eran antes los martes y los jueves. A muchos alumnos les venía fatal, les partía la semana. Si queremos perfi- les de nivel tenemos que ajustarnos a estos condicionantes. Nuestro focus es muy claro en eso. Los cursos son de una
extraordinaria calidad. Tenemos a pro- fesores que van al Instituto de Empresa, al ICADE, a IESE... Ayudan al proyecto por la forma de hacer las cosas en la FEE. Yo he dado clases en muchos sitios y la forma de trabajar aquí es absoluta- mente pulcra y enfocada al alumno, no al dinero. Yo hasta he discutido por el precio del máster, que creo que debería ser más caro... Hasta en eso la FEE está preocupada por el alumno.
¿En qué sectores los aparejadores están llamados a desempeñar un papel protagonista?
En la gestión de equipos de trabajo y sistemas. También en la optimización. Como aparejadores tenemos una cuali- dad innata para lograr un rendimiento óptimo al menor coste y con los riesgos mínimos. Eso, ahora mismo, es lo que hace cualquier directivo. Los aparejado- res podemos ser también grandísimos emprendedores. Además de eso, pode- mos presumir de tener el conocimiento para acudir al terreno a ver una obra en curso y tener una clara opinión al respecto. Esta versatilidad no la tienen un abogado o un economista. Cuando yo llegué a Knight Frank en su momen- to, hace 20 años, era el único técnico en medio de abogados y economistas. De los economistas aprendí la parte de análisis económico-financiero y de los abogados aprendí legislación. Ahora ya hay mucho más aparejador metido en socimis o en fondos de inversión. Pero igual no lo contamos demasiado.
La valoración de inmuebles se ha con- vertido ahora en eje central de su acti- vidad...
Sí, después de Knight Frank estuve tres años en una de las grandes auditoras, BDO Spain, dirigiendo el área de valora-
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Primavera 2020