Page 62 - Cuentos para el científico que llevas dentro
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Un señor “mil oficios” llamado Cuprum.
Don Cuprum fue nombrado así gracias al lugar donde fue visto por primera vez: la isla de Chipre, por lo que se dice de nacionalidad europea. Su edad es un absoluto enigma, solo se sabe que es por ahí de los 9000 a.C., lo cual le ha permitido conocer muchos lugares, es “hombre de mundo”. En una época llegó a ser muy conocido en Egipto, incluso su gran influencia le permitió hacer negocios con otros señores de la época, formando sociedades que ganaron el nombre de aleaciones por su alta fortaleza al trabajar en equipo. Una de ellas, muy conocida en ese entonces, tenía el nombre de Bronce. Sus negocios fueron tan variados que lo hicieron presente en lugares como Roma y Grecia, donde se hizo inversor de la industria de armamento. Con el tiempo, sus aleaciones con otros personajes fueron en aumento y así ganó tal fama que civilizaciones enteras lo requirieron y lo hicieron parte de su historia. Una de sus
inversiones más recientes es en la industria eléctrica.
Su vida y obra es impresionante, y como buen hombre de negocios,
siempre aplica el dicho: “Si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo”. Es por eso que no hubo empresa donde invirtiera sin antes involucrarse en ella, aprendiendo desde el oficio de herrero elaborando espadas,
acuñando monedas en plena época revolucionaria o fabricando alambre para conducción eléctrica, a lo que se dedica hasta la fecha.
Sin embargo y por si fuera poco, la noticia de hoy es que entre tantos oficios, el señor encontró su vocación: ser médico.
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