Page 7 - Boletin_CIMAT_Junio_2019
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 Formación de excelencia
Antes de abrir los primeros posgrados en 1988, el CIMAT comenzó a ofrecer un programa de licenciatura en Matemáticas en colaboración con la Universidad de Guanajuato (UG), esto en 1983. Para el Dr. Fausto Ongay, la relación con la UG ha sido más rica que conflictiva: “Inicialmente –explica- la licenciatura en matemáticas la habíamos previsto como algo independiente de ellos, y de hecho nosotros diseñamos los planes de estudio y no había participación de la UG. Pero finalmente el Conacyt decidió que se entrara en negociación con la Universidad”.
Esta imposición al principio no fue tan agradable para los integrantes del CIMAT, sin embargo se inició una relación institucional importante. “Me parece que al final fue una experiencia interesante –continúa el Dr. Fausto- porque conocimos su dinámica, aprendimos de su organización, y además los estudiantes tuvieron un universo más amplio. Si únicamente hubieran sido estudiantes del CIMAT, se hubieran perdido de las cosas que la UG les podía ofrecer, como los intercambios académicos, por ejemplo, cosas que nosotros no les hubiéramos podido dar. Como resultado, y afortunadamente, tenemos muy buenos estudiantes y yo creo que es una de las mejores carreras que ofrece la UG y de las mejores licenciaturas en matemáticas que hay en el país”.
La integración de la investigación del centro en tres áreas influyó en el diseño de ese programa de licenciatura,
como lo explica la Dra. Gamboa: “La diferencia que tenía con otras licenciaturas del país es que obligatoriamente tenía que llevar materias de las tres áreas: de matemáticas básicas, por supuesto, pero también de estadística y de computación, además de materias optativas de otros programas en las que las matemáticas tuvieran aplicación directa, como economía o ingeniería”.
Las maestrías en Educación Matemática y en Estadística, abiertas en 1988, fueron los primeros programas de posgrado del Centro. Dos años después se abrió la maestría en Control de Calidad. En 1993 comenzó a gestarse la estructura de los programas orientados a la investigación, aún vigente, con el nacimiento de las maestrías en Matemáticas Básicas y en Matemáticas Aplicadas, además del doctorado con las orientaciones en Computación, Matemáticas Básicas, Matemáticas Aplicadas y Probabilidad y Estadística.
La excelencia alcanzada en este rubro puede constatarse en el hecho de que actualmente todos los programas orientados a la investigación que ofrece el CIMAT se mantienen en el nivel de “competencia internacional”, el más alto otorgado por el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad.
El dilema de vincularse
Ya en 1986 habían surgido los primeros proyectos de computación y control digital con la industria zapatera de León, pero las gerencias de servicios tecnológicos tuvieron un nacimiento lento.
“Tuvo que cambiar la mentalidad”, explica el Dr. Ignacio Barradas: “La matemática en este país nació como la más abstracta: mientras más inútil, mejor, porque era intelectualmente más pura y desafiante, más ideal. En el CIMAT, por ejemplo, al principio ganar dinero era algo equivocado. Los primeros proyectos que empezaron a traer dinero prácticamente fueron iniciativas individuales, y fueron vistos por algunos con mala cara y con recelo, porque eran el símbolo de que se estaba pervirtiendo la matemática. Había cierto temor de que nos convirtiéramos en un centro de servicios y que la matemática se perdiera. Pasados los años, cuando se vio que se mantenía la investigación, la mentalidad empezó a cambiar. Empezamos a reconocer que somos una comunidad más diversa de lo que fuimos en un inicio,
El CIMAT Boletín Mensual 7 de Información
  























































































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