Page 17 - 4to Filosofía MINEDU
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- Chinchasuyo – al norte
- Contisuyo – sobre la costa del pacifico
- Antisuyo – en la selva
- Collasuyo – en el altiplano
La capital a donde concluían los cuatro suyos era el
Cuzco.
Sobre la organización social y religión, la base
sobre la que descansa la sociedad era el ayllu, que
estaba formado por diferentes grupos de familias
que rendían culto a una misma wak’a y poblaban un
mismo territorio. Los ayllus reales formados por la
descendencia de cada uno de los incas se llamaban
Panacas. La religión de los incas era politeísta; sin
embargo, existía un dios supremo, creador:
Viracocha, en las tierras altas y Pachacamac en la
costa. Supeditados a Viracocha estaban las
divinidades: el sol y la luna. (El tata inti y la mama
qilla).
En todo el imperio había templos importantes dedicados a estos y otros dioses. Los cultos a las divinidades
eran regidos por sacerdotes que ofrendaban los sacrificios, y todos estos obedecían a un sólo sacerdote,
residente en Cuzco, que recibía el nombre de Villac Umu. Las principales fiestas religiosas del imperio eran
cuatro y fueron instituidas en honor al sol. La primera era el Kapak Raymi, que se ejecutaba en diciembre, en
el solsticio de verano; la segunda fiesta era el Amoray, es cuando se iniciaba la cosecha, se celebraba en
mayo; la tercera fiesta y la más importante era el Inti Raymi, que se celebraba en el solsticio de invierno (21
de junio); la cuarta fiesta era el Situay, en la que se levantaban a media noche e incendiaban fuego, luego se
iban a bañar para obtener purificación.
- Civilización Muisca
La civilización Muisca (o Chibcha) floreció en la antigua Colombia entre el 600 y el 1600 de la edad
contemporánea. Su territorio abarcaba lo que hoy en día es Bogotá y sus alrededores. Ganó una fama
duradera como el origen de la leyenda de El Dorado. Los Muiscas también
han dejado un importante legado artístico con su magnífico trabajo de
orfebrería, incomparable con otra cultura de las Américas. Los Muiscas son
famosos hoy en día por la leyenda de “El Dorado”. Una ceremonia Muisca
realizada en la laguna Guatavita, en realidad una de muchos tipos,
involucraba un gobernante siendo cubierto en polvo de oro que luego era
llevado al centro de la laguna, donde saltaba a las aguas en un acto de
limpieza y renovación ritual. Los súbditos Muiscas también lanzaban objetos
preciosos al lago durante la ceremonia, no sólo oro sino también esmeraldas.
Los españoles, al escuchar esta historia, dejaron que su imaginación y su
ansia de oro diera un salto más allá de los límites de la realidad y rápidamente una leyenda surgió sobre una
magnífica ciudad construida con oro. Naturalmente, como nunca existió la ciudad nunca fue encontrada e
incluso la laguna se ha negado obstinadamente a revelar sus secretos a pesar de varios costosos intentos a lo
largo de los siglos. (Cartwright, Mark)
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