Page 3 - REVISTA SALUD Y VIDA DIGITAL DE JULIOI 2025
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          Y VIDA






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                                                                                                 activos. Más del 85% se concentraban en el departa-
                                                                                                 mento de Santa Cruz, pero todos los departamentos
                                                                                                 del país presentaron algún grado de afectación. El
                                                                                                 dato, ofrecido por el viceministro de Defensa Civil, no
                                                                                                 es apenas una advertencia: es un llamado de auxilio.
                                                                               BY eso que apenas comienza la temporada seca. Si
                                                                               los primeros compases del año ya muestran una expansión preocu-
                                                                               pante de las quemas, ¿qué se puede esperar cuando el fuego avance
                                                                               sin contención, empujado por el calor, la sequía y la impunidad?
                                                                                  Cada año, las autoridades repiten planes, diagnósticos y promesas
                                                                               de coordinación. Cada año, el fuego gana. El Ministerio de Medio Am-
                                                                               biente presentó, hace apenas unas semanas, un nuevo Plan de Acción
                                                                               de Prevención de Incendios Forestales 2025, con respaldo de la coo-
                                                                               peración europea. Se priorizaron 84 municipios, se anunciaron briga-
                                                                               das, monitoreo satelital, trabajo conjunto con SERNAP,  ABT,
                                                                               FONABOSQUE y los gobiernos subnacionales. En el papel, todo está
                                                                               previsto. Pero en la realidad, los focos de calor se multiplican, la fron-
                                                                               tera agrícola sigue expandiéndose sin regulación efectiva y las zonas
                                                                               afectadas se degradan sin recuperación ni justicia.
                                                                                  La temporada de incendios recién comienza, pero ya amenaza con
                                                                               ser catastrófica, y el Estado parece haber renunciado a prevenirla con
                                                                               firmeza
                                                                                  No se trata de negar los esfuerzos institucionales, sino de reconocer
                                                                               su evidente insuficiencia. El Estado boliviano, en todos sus niveles, ha
                                                                               sido complaciente con las quemas ilegales y la ampliación descontro-
                                                                               lada de la frontera agropecuaria. La ABT, llamada a fiscalizar y san-
                                                                               cionar, rara vez lo hace. El Ministerio de Medio Ambiente presenta
                                                                               planes sin que se traduzcan en cambios sustantivos. Y los incentivos
                                                                               económicos —como el dólar caro o el alza de precios internacionales
                                                                               en granos y carne— agravan una lógica productiva que sacrifica el
                                                                               bosque por beneficios inmediatos.
                                                                                  A todo esto se suma la inestabilidad institucional, la incertidumbre
                                                                               electoral y la ausencia de voluntad política para afectar intereses con-
                                                                               centrados en el agroextractivismo. Las causas de los incendios no son
                                                                               solo naturales: son decisiones humanas, legales y políticas. No hay
                                                                               cortafuegos posibles si quienes deben encender las alarmas están mi-
                                                                               rando a otro lado.
                                                                                  Bolivia necesita un control riguroso, permanente y descentralizado
                                                                               de las quemas. Necesita recuperar la autoridad ambiental, con perso-
                                                                               nal suficiente, equipos modernos, autonomía técnica y respaldo polí-
                                                                               tico. Se debe aplicar la ley con firmeza y visibilizar a los responsables.
                                                                               Y más allá de eso, se requiere un nuevo pacto nacional por el uso sos-
                                                                               tenible del suelo, que incluya al agro, pero no a costa del bosque.
                                                                                  No hay solución sin sanción. No hay protección sin inversión. No
                                                                               hay plan creíble si, aún empezando la temporada, ya se prende la
                                                                               alerta roja. Es tiempo de exigir lo obvio: que cuidar el medio ambiente
                                                                               no sea solo un discurso, sino una política de Estado con resultados vi-
                                                                               sibles y medibles.






                                                      El contenido proveído aquí tiene un propósito informativo úni-
                                                         camente, y no está diseñado para diagnosticar o tratar un

                                                     problema de salud o una enfermedad ni reemplazar el consejo

                                                       médico que usted reciba de su médico. Por favor, consulte a
                                                     su médico para aclarar cualquier pregunta o preocupación que

                                                             usted pueda tener acerca del trastorno que padece.
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