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368 rutina”, que significa que aceptamos nuestro destino porque nos formamos el
369 HÁBITO de tener una rutina cotidiana, un hábito que finalmente llega a estar
370 tan arraigado que dejamos de intentar deshacernos de él. Por eso también vale
371 la pena empezar uno o dos pasos por encima, ya que de este modo uno se
372 forma el HÁBITO de mirar a su alrededor, de observar como progresan los
373 demás, de ver la OPORTUNIDAD y de aprovecharla sin titubear.
374 Dan Halpin constituye un ejemplo magnífico de lo que trato de decir. Durante
375 sus años universitarios fue gerente del famoso equipo de fútbol de Notre
376 Dame que fue campeón nacional en 1930 cuando estaba bajo la dirección del
377 difunto Knute Rockne.
378 Quizás fue el gran entrenador el que lo inspiró a apuntar alto y a NO
379 CONFUNDIR LAS DERROTAS TEMPORALES CON EL FRACASO, igual
380 que Andrew Carnegie, el gran líder industrial, inspiró a sus jóvenes
381 empresarios a fijarse grandes objetivos. De todos modos, el joven Dan
382 terminó la universidad en un momento muy desfavorable cuando la crisis
383 había creado una gran escasez de empleos, así que, después de aventurarse un
384 poco en las inversiones y en el mundo del cine, aprovechó la primera
385 oportunidad que encontró de tener un buen futuro vendiendo audífonos por
386 comisión. CUALQUIER PERSONA PUEDE EMPEZAR EN UN TRABAJO
387 ASÍ Y HALPIN LO SABÍA, pero fue suficiente para que se le abrieran las
388 puertas de la oportunidad.
389 Durante casi dos años siguió haciendo lo mismo a disgusto, pero jamás habría
390 progresado si no hubiera hecho algo para terminar con su insatisfacción. En un
391 principio aspiró al puesto de Asistente Gerente de Ventas de su empresa y lo
392 consiguió. Este primer paso lo situó a una altura suficiente de la multitud
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