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571 que hice, hallé el hecho de que la codicia entre los operadores del carbón y sus
572 empleados había sido la principal causa de la pérdida del negocio de los
573 operadores y la pérdida del trabajo de los mineros.
574 Con la presión de un grupo demasiado entusiasta de representantes de los
575 trabajadores y la codicia por los beneficios por parte de los operadores, el
576 negocio de la antracita de pronto disminuyó. Los operadores del carbón y sus
577 empleados hicieron buenos tratos, añadiendo el coste de la “negociación” al
578 precio del carbón hasta que, finalmente, descubrieron que habían
579 CONTRUÍDO UN MARAVILLOSO NEGOCIO PARA LOS
580 FABRICANTES DE EQUIPOS COMBUSTIBLES DE PETRÓLEO Y LOS
581 PRODUCTORES DE PETRÓLEO.
582 “¡El pecado se paga con la muerte!”. Muchos han leído esta frase en la Biblia,
583 pero muy pocos han descifrado su significado. Actualmente y desde hace
584 varios años, todo el mundo ha estado escuchando a la fuerza un sermón que
585 bien podría llamarse: “LO QUE EL HOMBRE SIEMBRA, ESO COSECHA”.
586 Nada tan extenso y efectivo como la depresión podría haber sido “Una simple
587 coincidencia”. Tras la depresión hubo una CAUSA. Nunca ocurre nada sin
588 una CAUSA. En términos generales, la causa de la depresión puede
589 remontarse directamente al hábito mundial de intentar COSECHAR sin haber
590 SEMBRADO.
591 Esto no debería interpretarse como que la depresión representa un cultivo al
592 que el mundo se ha visto FORZADO a cosechar sin haber SEMBRADO. El
593 problema es que el mundo ha sembrado la semilla incorrecta. Cualquier
594 agricultor sabe que no puede plantar cardos y recoger una cosecha de trigo. En
595 el estallido de la Primera Guerra Mundial, la gente empezó a sembrar la
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