Page 1111 - Santa Biblia

1097 ECLESIASTÉS 7:22–8:10
a todas las cosas que se hablan, se vuelve al placer y no halla
no sea que oigas a tu siervo que sabiduría.
habla mal de ti;
22 porque tu corazón sabe que ¿QUIÉN como el sabio? ¿Y quién
tú también hablaste mal de otros sabe la interpretación de las co-
muchas veces. sas? La sabiduría del hombre
23 Todas estas cosas probé hace relucir su rostro y cambia
con sabiduría, diciendo: Seré la tosquedad de su semblante.
sabio, pero la sabiduría se alejó 2 Yo te aconsejo que guardes el
de mí. a mandato del rey y ello por causa
24 Lejos está lo que ha sido; del juramento de Dios.
y lo muy profundo, ¿quién lo 3 No te apresures a irte de su
hallará? presencia, ni persistas en cosa
25 Me volví y fijé mi corazón mala, porque él hará todo lo que
para saber, y escudriñar y buscar quiera.
la sabiduría y la razón, y para co- 4 Pues la palabra del rey es con
nocer la maldad de la insensatez potestad, ¿y quién le dirá: Qué
y la necedad de la locura. haces?
26 Y he hallado más amarga que 5 El que guarda el mandamiento
la muerte a la mujer cuyo corazón no conocerá el mal; y el corazón
es trampas y redes, y sus manos, del sabio discierne el tiempo y
ligaduras. El que agrada a Dios el juicio.
escapará de ella, pero el pecador 6 Porque para todo deseo hay
será apresado por ella. tiempo y juicio; porque el mal del
27 He aquí, esto he hallado, hombre es grande sobre él.
dice el Predicador, pesando las 7 Porque no sabe lo que ha de
a
cosas una por una para hallar acontecer; y el cuándo haya de
la razón, acontecer, ¿quién se lo dirá?
28 lo que aún busca mi alma, 8 No hay hombre que tenga po-
y no he encontrado: Un hombre testad sobre el espíritu para rete-
entre mil he hallado, pero mu- ner el espíritu, ni potestad sobre
jer entre todas éstas nunca he el día de la muerte; y no hay li-
hallado. cencia en esa guerra, ni la maldad
29 He aquí, solamente esto he librará a los que la poseen.
hallado: que Dios hizo recto al 9 Todo esto he visto y he puesto
hombre, pero los hombres busca- mi corazón en todo lo que se hace
ron muchas artimañas. debajo del sol; hay tiempo en que
el hombre se enseñorea del hom-
bre para su propio mal.
CAPÍTULO 8 10 También vi a los inicuos ser
sepultados, los que iban y venían
Nadie tiene el poder de evitar la del lugar santo, y que fueron ol-
muerte — No le irá bien al malvado; vidados en la ciudad donde así

27 a Ecle. 1:1. 8 2 a AdeF 1:12.