Page 1121 - Santa Biblia
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1107                                            CANTARES 5:1–14
                CAPÍTULO 5                  pero mi amado se había reti-
                                              rado, ya se había ido;
       Continúa la canción de amor y de     y tras su hablar salió mi
       afecto.                                alma.
                                            Lo busqué y no lo hallé;
         HE venido a mi huerto, oh her-     lo llamé, y no me respon-
             mana, esposa mía;                dió.
            he recogido mi mirra y mis   7  Me hallaron los guardias que
             especias aromáticas;             rondan la ciudad;
            he comido mi panal y mi         me golpearon, me hirieron,
             miel,                          me quitaron mi manto los
            mi vino y mi leche he be-         guardias de los muros.
             bido.                       8  Yo os ruego, oh hijas de
            Comed, oh amigos;                 Jerusalén,
            bebed, oh amados, bebed en      si halláis a mi amado,
             abundancia.                    hacedle saber que estoy en-
         2  Yo dormía, pero mi corazón        ferma de amor.
             velaba.                     9  ¿Qué es tu amado más que
            La voz de mi amado que            otro amado,
             llama:                         oh tú, la más hermosa de
            Ábreme, hermana mía,              todas las mujeres?
             amiga mía, paloma mía,         ¿Qué es tu amado más que
             perfecta mía;                    otro amado,
            porque mi cabeza está cu-       para que así nos hagas ju-
             bierta de rocío                  rar?
            y mis cabellos de las gotas   10  Mi amado es blanco y son-
             de la noche.                     rosado,
         3  Me he quitado la ropa;          distinguido entre diez mil.
            ¿cómo he de ponérmela otra   11 Su  cabeza,  como oro finí-
             vez?                             simo;
            He lavado mis pies;             sus cabellos crespos, negros
            ¿cómo los he de ensuciar?         como el cuervo.
         4  Mi amado metió su mano por   12  Sus ojos, como palomas
             la abertura de la puerta,        junto a los arroyos de
            y mis entrañas se conmovie-       aguas,
             ron por él.                    bañados en leche,
         5  Yo me levanté para abrir a      y a la perfección colocados.
             mi amado,                   13  Sus mejillas, como una era
            y de mis manos goteaba            de especias aromáticas,
             mirra,                         como fragantes flores;
            y de mis dedos corría mi-       sus labios, como lirios que
             rra                              destilan mirra fragante.
            sobre el pestillo de la cerra-  14 Sus manos, como anillos de
             dura.                            oro engastados de piedras
         6  Abrí yo a mi amado,               preciosas;
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