Page 1119 - Santa Biblia
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1105                                           CANTARES 3:2–4:3
            al que ama mi alma;             por los temores de la no-
            lo busqué, mas no lo hallé.       che.
         2  Me levantaré ahora y reco-   9  El rey Salomón se hizo una
             rreré la ciudad;                 carroza
            por las calles y por las pla-   de madera del Líbano.
             zas                         10  Sus columnas hizo de
            buscaré al que ama mi             plata,
             alma;                          su respaldo de oro, su asiento
            lo busqué, mas no lo hallé.       de grana,
         3  Me hallaron los guardias que    su interior tapizado de
             rondan la ciudad,                amor
            y les dije: ¿Habéis visto al que   por las hijas de Jerusalén.
             ama mi alma?                11  Salid, oh hijas de Sión, y ved
         4  Apenas me aparté de ellos         al rey Salomón
             un poco,                       con la corona con que le
            hallé luego al que ama mi         coronó su madre
             alma;                          el día de su boda,
            me aferré a él, y no lo dejé    y el día del gozo de su
            hasta llevarlo a casa de mi       corazón.
             madre,
            a la habitación de la que me
             concibió.                           CAPÍTULO 4
         5  Yo os ruego, oh hijas de
             Jerusalén,                 Canción que describe la belleza de
            por las gacelas y por las cier-  la amada del poeta.
             vas del campo,
            que no despertéis ni desve-  HE aquí, ¡qué hermosa eres,
             léis al amado,                   amada mía!,
            hasta que quiera.               he aquí, ¡qué hermosa
         6  ¿Quién es ésta que sube del       eres!
             desierto                       Tus ojos son como de paloma
            cual columna de humo,             detrás de tu velo;
            perfumada de mirra y de         tus cabellos, como manada
             incienso,                        de cabras
            y de todo polvo aromático del   que se recuestan en el monte
             mercader?                        de Galaad.
         7  He aquí, la litera de Salo-  2  Tus dientes, como manada
             món;                             de ovejas trasquiladas
            sesenta valientes la rodean,    que suben del lavadero,
            de los valientes de Israel.     todas con crías gemelas,
         8  Todos ellos tienen espadas      y ninguna de ellas ha per-
             y son diestros en la gue-        dido su cría.
             rra;                        3  Tus labios, como hilo de
            cada uno su espada sobre          grana,
             el muslo,                      y tu boca hermosa;
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