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1403                                              DANIEL 3:10–24
                                                            a
         10 Tú, oh rey, has dado la ley   Nabucodonosor: No  hace falta
       de que todo hombre al oír el son   responderte sobre este asunto.
       de la trompeta, de la flauta, del   17 Si es así, nuestro Dios a quien
                                                         a
       tamboril, del arpa, del salterio,   servimos puede  librarnos del
       de la zampoña y de todo instru-  horno de fuego ardiente; y de tus
       mento musical, se postre y adore   manos, oh rey, él nos librará.
       la estatua de oro;                18 Y si no, has de saber, oh rey,
         11 y el que no se postre y adore   que no serviremos a tus dioses ni
       sea echado dentro de un horno    tampoco adoraremos la estatua
       de fuego ardiente.               que has levantado.
         12 Hay unos hombres judíos, a   19 Entonces Nabucodonosor se
       quienes tú pusiste sobre los asun-  llenó de ira y cambió la expre-
       tos de la provincia de Babilonia;   sión de su rostro contra Sadrac,
       Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos   Mesac y Abed-nego, y respon-
       hombres, oh rey, no te han hecho   dió y ordenó que el horno se
       caso; no sirven a tus dioses ni   calentara siete veces más de lo
       adoran la estatua de oro que tú   acostumbrado.
       has levantado.                    20 Y mandó a hombres muy
         13 Entonces Nabucodonosor      fuertes que tenía en su ejército
       dijo con ira y con enojo que tra-  que atasen a Sadrac, a Mesac y
       jesen a Sadrac, a Mesac y a Abed-  a Abed-nego para echarlos en el
       nego. Entonces fueron traídos    horno de fuego ardiente.
       estos hombres delante del rey.    21 Entonces estos hombres
         14 Habló Nabucodonosor y       fueron atados con sus mantos,
       les dijo: ¿Es verdad, Sadrac,    y sus calzas, y sus turbantes y
       Mesac y Abed-nego, que voso-     sus otras ropas, y fueron echa-
       tros no honráis a mis dioses ni   dos dentro del horno de fuego
       adoráis la estatua de oro que he     ardiente.
       levantado?                        22  Y como la orden del rey
         15 Ahora pues, ¿estáis dispues-  era apremiante, y habían calen-
       tos para que, al oír el son de la   tado mucho el horno, la llama
       trompeta, de la flauta, del tam-  del fuego mató a los que habían
       boril, del arpa, del salterio, de la   alzado a Sadrac, a Mesac y a
       zampoña y de todo instrumento    Abed-nego.
       musical, os postréis y adoréis la   23 Y estos tres hombres, Sadrac,
       estatua que he hecho? Porque si   Mesac y Abed-nego, cayeron ata-
       no la adoráis, en la misma hora   dos dentro del horno de fuego
       seréis echados en medio de un    ardiente.
       horno de fuego ardiente; ¿y qué   24 Entonces el rey Nabucodo-
       dios será el que os libre de mis   nosor se asombró, y se levantó
       manos?                           apresuradamente, y habló y dijo
         16 Sadrac, Mesac y Abed-nego   a los de su consejo: ¿No echamos
       respondieron y dijeron al rey    a tres hombres atados dentro del

          16 a Mateo 10:19; Hech. 20:24.             17 a Sal. 91:3–9.
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