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DANIEL 4:22–34 1406
él alimento para todos, debajo haciendo justicia, y con tus ini-
a
del cual moraban las bestias del quidades haciendo misericordias
campo, y en cuyas ramas habita- para con los pobres; pues tal vez
ban las aves del cielo, sea prolongada tu prosperidad.
22 tú mismo eres, oh rey, que 28 Todo esto vino sobre el rey
creciste y te hiciste poderoso, Nabucodonosor.
pues creció tu grandeza y ha lle- 29 Al cabo de doce meses, pa-
a
gado hasta el cielo, y tu dominio seando por el palacio real de
hasta los confines de la tierra. Babilonia,
23 Y en cuanto a lo que vio el 30 habló el rey y dijo: ¿No es
rey, un vigilante y santo que des- ésta la gran Babilonia que yo edi-
cendía del cielo y decía: Derribad fiqué para casa real con la fuerza
el árbol y destruidlo; mas la cepa de mi poder y para gloria de mi
de sus raíces dejaréis en la tierra, grandeza?
con atadura de hierro y de bronce, 31 Aún estaba la palabra en la
entre la hierba del campo; y sea boca del rey cuando vino una
mojado con el rocío del cielo, y voz del cielo: A ti se te dice, oh
sea su parte con las bestias del rey Nabucodonosor: El reino ha
a
campo, hasta que pasen sobre él sido quitado de ti;
siete tiempos; 32 y de entre los hombres te
24 ésta es la interpretación, oh echarán, y con las bestias del
rey, y la sentencia del Altísimo campo será tu morada y como a
que ha venido sobre mi señor, los bueyes te apacentarán; y siete
el rey: tiempos pasarán sobre ti, hasta
25 Que te echarán de entre los que entiendas que el Altísimo
hombres, y con las bestias del tiene dominio sobre el reino de
campo será tu morada, y con los hombres, y a quien él quiere
hierba del campo te apacenta- lo da.
rán como a los bueyes y con el 33 En aquella misma hora se
rocío del cielo serás mojado; y cumplió la palabra sobre Nabu-
siete tiempos pasarán sobre ti, codonosor, y fue echado de entre
hasta que entiendas que el Altí- los hombres; y comía hierba como
simo tiene dominio sobre el reino los bueyes, y su cuerpo se mojaba
de los hombres, y que a quien él con el rocío del cielo, hasta que
quiere lo da. su pelo creció como plumas de
26 Y en cuanto a la orden de águila y sus uñas como las de
dejar en la tierra la cepa de las las aves.
raíces del mismo árbol, ello sig- 34 Mas al fin del tiempo, yo,
a
nifica que tu reino seguirá siendo Nabucodonosor, alcé mis ojos
tuyo después que entiendas que al cielo, y mi razón me fue de-
es el cielo el que gobierna. vuelta; y bendije al Altísimo, y
27 Por tanto, oh rey, acepta mi alabé y glorifiqué al que vive para
consejo y rompe con tus pecados siempre, porque su dominio es
22 a Jer. 27:6–8. DyC 42:30–39. 34 a Es decir, de los siete
27 a Mos. 4:16–21; 31 a Dan. 5:20. años.