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1775 HECHOS 27:11–29
cargamento y de la nave, sino estrellas por muchos días, y
también de nuestras personas. acosados por una tempestad no
11 Pero el centurión creía más pequeña, ya habíamos perdido
al piloto y al capitán de la nave toda esperanza de salvarnos.
que a lo que Pablo decía. 21 Entonces Pablo, ya que hacía
12 Y como el puerto no era có- mucho que no comíamos, puesto
modo para invernar, la mayoría en pie en medio de ellos, dijo: Ha-
acordó zarpar también de allí, bría sido en verdad conveniente,
por si pudiesen arribar a Fenice, oh varones, haberme oído y no
que es un puerto de Creta que zarpar de Creta, para así evitar
mira al noroeste y suroeste, e in- este peligro y pérdida.
vernar allí. 22 Pero ahora os exhorto a tener
13 Y soplando suavemente el buen ánimo, pues no se perderá
viento del sur, pareciéndoles que la vida de ninguno de vosotros,
ya tenían lo que deseaban, leva- sino solamente la nave.
ron anclas e iban cerca de la costa 23 Porque esta noche ha estado
a
de Creta. conmigo el ángel del Dios de
14 Pero no mucho después dio quien soy y a quien sirvo,
contra la nave un viento huraca- 24 diciendo: Pablo, no temas;
nado que se llama Euroclidón. es necesario que comparezcas
15 Y siendo arrebatada la nave, ante César; y he aquí, Dios te ha
y no pudiendo hacerle frente al concedido todos los que navegan
viento, nos dejamos llevar a la contigo.
deriva. 25 Por tanto, oh varones, tened
16 Y habiendo navegado al buen ánimo, porque yo confío
abrigo de una pequeña isla que en Dios que será así como se me
se llama Clauda, apenas pudimos ha dicho.
a sujetar el esquife; 26 Sin embargo, es menester que
17 y una vez subido éste a demos en alguna isla.
bordo, usaban refuerzos para ce- 27 Y al llegar la decimacuarta
ñir la nave; y teniendo temor de noche, y siendo llevados a través
que diesen en las arenas de Sirte, del mar Adriático, a la media-
arriaron las velas y quedaron a noche los marineros sospecha-
la deriva. ron que estaban cerca de alguna
18 Pero siendo azotados por una tierra.
furiosa tempestad, al siguiente 28 Y echando la sonda, halla-
día comenzaron a aligerar la ron veinte brazas; y pasando un
nave. poco más adelante, volvieron a
19 Y al tercer día, con sus pro- echar la sonda y hallaron quince
pias manos, arrojaron los aparejos brazas.
de la nave. 29 Y temiendo dar en escollos,
20 Y no apareciendo ni sol ni echaron cuatro anclas por la
27 16 a O sea, amarrar barquita salvavidas.
con seguridad la 23 a GEE Ángeles.