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1777                                             HECHOS 28:5–21
       se decían los unos a los otros:   después, soplando el viento del
       Ciertamente este hombre es ho-   sur, llegamos al segundo día a
       micida, a quien, aunque haya     Puteoli,
       escapado del mar, la justicia no   14 donde, habiendo hallado
       deja vivir.                      hermanos, nos rogaron que nos
         5 Pero él, sacudiendo la ví-   quedásemos con ellos siete días.
       bora en el fuego, ningún daño    Y luego llegamos a Roma,
       padeció.                          15 en donde, oyendo de noso-
         6 Ellos estaban esperando que él   tros los hermanos, salieron a re-
       se hinchase, o que cayese muerto   cibirnos hasta la plaza de Apio
       de repente; pero habiendo espe-  y Las Tres Tabernas. Y al verlos,
                                              a
       rado mucho, y viendo que ningún   Pablo  dio gracias a Dios y cobró
       mal le venía, cambiaron de pare-  b  aliento.
                              a
       cer y dijeron que era un  dios.   16 Cuando llegamos a Roma, el
         7 En aquellos lugares había pro-  centurión entregó los presos al
       piedades del hombre principal    prefecto militar; pero a Pablo se
       de la isla, llamado Publio, quien   le permitió vivir aparte, con un
       nos recibió y hospedó amistosa-  soldado que le custodiase.
       mente tres días.                  17 Y aconteció que tres días des-
         8 Y aconteció que el padre de   pués, Pablo convocó a los princi-
                             a
       Publio estaba en cama,  enfermo   pales de los judíos, a los que, una
       de fiebre y de disentería. Pablo   vez que estuvieron reunidos, les
       entró a verle y, después de ha-  dijo: Yo, varones hermanos, no
                              b
       ber orado, le impuso las  manos   habiendo hecho nada contra el
       y le sanó.                       pueblo ni contra las costumbres
         9 Y hecho esto, también los otros   de nuestros padres, he sido en-
       que en la isla tenían enfermeda-  tregado preso desde Jerusalén en
       des llegaban y eran sanados,     manos de los romanos.
         10 quienes también nos hon-     18 Ellos, habiéndome exami-
       raron con muchas atenciones; y   nado, me querían soltar, por no
       cuando zarpamos, nos proveye-    haber en mí ninguna causa de
       ron de las cosas necesarias.     muerte.
         11 Pasados tres meses, zarpa-   19 Pero oponiéndose los judíos,
       mos en una nave alejandrina      me vi obligado a apelar a César,
       que había invernado en la isla,   mas no porque tenga de qué acu-
       la cual tenía por enseña a Cás-  sar a mi nación.
       tor y Pólux.                      20 Así que por esta causa os he
         12 Y habiendo llegado a Sira-  llamado para veros y hablaros,
       cusa, estuvimos allí tres días.  porque por la  esperanza de Israel
                                                     a
         13 De allí, costeando alrede-  estoy sujeto con esta cadena.
       dor, llegamos a Regio; y un día   21 Entonces ellos le dijeron:
          6 a Hech. 14:8–11.      enfermos; Imposi-     agradecimiento.
          8 a GEE Enfermedad,     ción de manos.      b GEE Valor, valiente.
             enfermo.          15 a GEE Acción de gra-  20 a GEE Esperanza.
           b GEE Bendición de los   cias, agradecido,
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