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las palabras, pero no es suficiente. Tam-    LA FIRMA DE MARÍA ANTONIETA
           bién se requiere que el sujeto posea un
           código que le permita interpretar lo que   María Antonieta contempla con inde-
           lee. En relación con este punto, se tiende  cible terror la pluma que le tiende
           a pensar que el lector tiene una especie   una mano deferente.
           de «diccionario mental» que le permite       Mientras se trataba de desfilar, de
           descifrar el significado de las palabras y  saludar y bajar escaleras con gracia,
           que uno de los factores que determina las  todo marchaba a las mil maravillas y
           diferencias en la comprensión es la ampli-  todo el mundo admiraba la facilidad y
                                                      la seguridad con que cumplía su
           tud del mismo –la cantidad de vocabula-
                                                      papel. Pero ante esa hoja blanca se
           rio que conoce el sujeto– y la rapidez con  turba y pierde su aplomo.
           que puede acceder a él –que dependería       Recuerda de pronto los días de
           de la familiaridad con el tema de lectura
                                                      Viena, en la sala de estudio, inclinada
           y con los términos relacionados con el
                                                      sobre su eterno martirio: las tareas de
           mismo (Schwartz, 1984). Pero eso no es     caligrafía. Pero allí, el maestro indul-
           necesariamente cierto. Al menos, no del    gente le ayudaba, a veces, trazando
           modo indicado por Schwartz. Es necesa-     previamente con lápiz los caracteres
           rio considerar también otros factores.     que ella no tenía a continuación más
              Las investigaciones más recientes (Sei-  que cubrir con tinta.
           denberg, 1990, 1995; Seidenberg y            Aquí no es posible eso. Tiene que
           McClelland, 1989) señalan que el contex-   escribir con su propia mano en un
           to en el que van apareciendo las palabras  espacio virgen toda esa serie intermi-
           también influye en el reconocimiento del   nable de letras que forman sus cuatro
           significado, tal y como indica la figura I.  nombres y, lo que le resulta particu-
           Actualmente, por lo general, suele acep-   larmente más complicado, hacer las
           tarse la idea de que se puede acceder al   letras al mismo nivel.
           significado a partir de la porción inicial de  Empuña temblorosa su herramien-
           las palabras (de Vega y otros, 1990), y de  ta, que no parece querer obedecerle.
                                                      Su primer nombre «Marie», surge sin
           que este acceso se ve facilitado por el
                                                      incidente. Pero al llegar al segundo la
           hecho de que la nueva información se
                                                      mano desfalleciente le hace romper el
           sitúa en el contexto de lo que se ha leído,  equilibrio de la línea iniciada.
           conforme a la representación previa que
                                                        La catástrofe viene en el tercero.
           uno se ha ido formando. Tanto el contex-
                                                      Desde la primera letra, la pluma se
           to, como la representación previa restrin-  engancha en el papel y surge una
           gen los significados posibles de los nue-  espesa mancha de tinta que cubre la
           vos términos según van apareciendo en la   parte superior de la mayúscula inicial.
           lectura. Eso sí, si el lector es un aprendiz  Termina por fin como Dios le da a
           que prácticamente sólo tiene presente la   entender su firma de escolar desapli-
           palabra inmediatamente anterior o está     cado, que desentona entre las once
           prestando una atención superficial al signi-  firmas principescas, impecables todas
           ficado de lo que lee, es poco probable que  ellas, que cubren el acta.
           sea capaz de usar información proporcio-
           nada por el texto con anterioridad, aunque  El término «firma» que aparece en el
           ésta podría facilitarle la comprensión.  título, que evoca una situación de escritu-
              Consideremos, por ejemplo, el título  ra, el verbo «contempla», que pide un
           y la primera frase del texto siguiente:  objeto que contemplar, y el artículo «la»,








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