Page 9 - poemario de wilver oswaldo
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En este mercado negro                          He caminado…sobre aguas
                               He conocido, la parla                             de ranas y rufos
                                La sucia, el monte                              con lacras no basta
                                Las hojas cortadas                            Hay que ser pendenciero
                                De tallos podridos.                            Los  otros  no bastan
                                                                                 Afilan su daga
                             He visto, la muerte de cerca                       En un lugar oscuro
                               Me ha dado la mano                             Durmiendo en los techos
                            Para arrástrame a su laberinto                    Como pájaros fruteros.
                               Le he dado la espalda
                                Pateando el tablero                           Como hiede las pisadas
                                En este atolladero.                           Los rezagos de comida
                                                                              Los  cigarros  pisoteados
                               La lumbre…al costado                           Las esperanzas perdidas.
                             Mirando con ojos de perro
                               Con dientes de acero                           En la puerta  de la espera
                              Cual fuese un gallinazo                          Las cumbres se trepan
                                Creyéndose muerto                             La justicia…no alcanza.
                              Cayó por el despeñadero.
                                                           Quietud
                                                                                la cuenta, te espera
                            Hacía tiempo que no escribía                        la paila, se acaba
                                mi pluma causada                               los gritos desplantes
                                mis horas curtidas                             los hombres piltrafas
                               en borrascas noches                              la cárcel no es casa
                               las ideas no alcanzan                            para aventureros
                              las angustias, que matan.                       … es la casa de jabonero

                           No, es común amanecer despierto                   Quien no se cae…resbala.
                                 todo se pierde
                               la esperanza flaquea
                                el tiempo que pasa


                                el orden, se guarda
                                                           Pesadilla
                                                                                la fruta que brilla
                          No es fácil dormir en las mazmorras                   mis ojos que caen
                              los hombres deambulan                             la sopa que hierve
                               las sombras, se matan                            mi perro que ladra.
                               si no es por la droga
                             tal vez por un mariconcillo                      Se tanto, mi silla vacía
                                                                                el sol que castiga
                               Cuando llega la noche                           mi pena compartida
                                el viento se prende                          de pronto…el grito perdido
                                 la luz se apaga                          un salto del catse, el sueño se ha ido
                                el tiempo, no pasa                            ¡Qué terrible pesadilla!
                                 mi plato servido
                               mis hijos sonrientes
                                mi esposa valiente
                                menea sus manos

                                                         Pobre gente

                              En este laberinto muro                         pobre gente…compañero.
                                 de la clemencia                                Unos quieren volar
                          He visto, llorar…al pobre inocente                  otros se creen vampiros
                               esas lagrimas vestidas                     mientras “rufo” con ojos de perro
                               de gemidos desoídos                               frota su hocico
                            las llagas corren por si solas.                mueve su cola, de puro contento
                               Suenas los tambores                               ¡pobre gente!
                                saltan los temores                             Dos cabros se peinan
                               los gritos disonantes                             se creen mujeres
                              de algún pájaro lechucero                         sus largos cabello
                            Queriéndose cubrirse de gloria                      sus bocas pintadas
                               este que goce tendido                            sus voces grotescas
                                tres pisos… abajo                               se frotan, se besan
                               muriéndose…carajo                               ¡Qué asco…que pena!
                                                                                 ¡Pobre gente!
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