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Águila Blanca

861. Él tomó a un Hombre y lo hizo. Y por cuanto Él no
se unió con sus filas organizacionales, lo condenaron y lo
crucificaron. ¡Ahora comparen aquel Calvario con el de hoy!
Dios tomó la Palabra que debía ser el Mesías y la mostró
a través de un Hombre. Noten, en qué día estamos
viviendo. ¿Qué hicieron allá? Tomaron a un Barrabás, a un
asesino, en lugar del Hijo de Dios, allá en el día de la
primera crucifixión. Y hoy en día están tomando la palabra
de algún hombre, la cual es una mentira y es el camino de
muerte, y rechazando tomar el Camino de la Vida, la

Palabra de Dios.

862. Ahora sucede lo mismo, ellos hacen lo mismo hoy;
ellos niegan y crucifican al mismo Dios hoy, por no
conocerlo. No es que crucifican a Cristo exactamente de
nuevo, pero blasfeman al Espíritu Santo. Cuando usted
blasfema (150) y llama al Espíritu de Dios, la Palabra de Dios,
que está siendo vindicada por el Espíritu (vea, la Palabra lo
dice; el Espíritu lo está vindicando), y entonces usted lo
llama una cosa sucia, usted
allí ha cruzado la línea
entre misericordia y juicio
y nunca podrá ser
perdonado. ¡Por esa razón
yo acuso a esta
generación por ser
culpables de haber
crucificado y blasfemado
al Hijo de Dios
manifestado! El Dios del
Cielo levantará mi voz y
estará en la cinta magnética del gran tiempo de Dios. Y esa
voz condenará a esta generación en los últimos días.

(150) Apocalipsis 13:5-6

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