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Águila Blanca
873. Pero escuchen, tengo algo más que decirles. Es algo
tan tremendo, que está ardiendo en mi corazón. Ojala no se
hayan olvidado de esto. Permítanme decir esto en Su
Presencia. Por Su Gracia, Él también me permitió ver a mi
pueblo con vestiduras blancas, no hace mucho. ¿Se
acuerdan? ¿Recuerdan? ¿Recuerdan el relato no hace
mucho? La Novia gentil, allá están ahora mismo. Todos
estaban con vestiduras blancas.
874. Yo había despertado. Había regresado de una serie de
cultos. Hace como un año, un poco más. Desperté en una
mañana, y me levanté. Y dije: ―Querida‖, a mi esposa. Ella
no respondió. Bien, me acomodé en la cama, ustedes saben,
y me recosté. Y de repente algo sucedió. Y sentía como que
me alejaba. Y llegué a un lugar, y pensé: ―Voy a mirar hacia
atrás.‖ Y allí estaba yo, recostado en la cama. Y estaba
recostado allí al lado de mi esposa. Miré y pensé, ―Pues eso
es extraño. Allá estoy, acostado; y a la vez aquí estoy
parado.‖
875. Así que di la vuelta. Parecía ser un gran campo,
como, o algo, un gran llano de pasto verde. Y dije: ―Pues
¿qué será esto?‖ Y de repente, mientras miraba, hacia mi
venían corriendo miles y miles de mujeres jóvenes, todas en
vestiduras blancas, y su cabello largo hasta la cintura, y
estaban descalzas.
Pensé: ―¿Qué es esto?‖
876. Y esas mujeres están gritando: ―Oh, nuestro precioso
hermano‖, y me estaban abrazando. Y oí un ruido. Y miré
hacia acá, y allí venia corriendo un gran número de varones
jóvenes, como de veinte años. Ellos tenían cabello oscuro y
rubio. Y todos estaban vestidos con una vestidura blanca, y
estaban descalzos.
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